El Palacio de Linderhof en Baviera
Un innumerable desfile de palacios y castillos hacen de Alemania un país realmente monumental e histórico. Hoy vamos a detenernos en uno más de tantos que destacan en el país bávaro. Vamos a detenernos en la región de Baviera para ello. Vamos a detenernos en el Palacio de Linderhof.
Construido en 1870 por orden del mítico rey Luis II, este palacio se encuentra en un valle cercano a la localidad de Oberammergau, en el estado de Baviera. Fue el más pequeño de los tres palacios que ordenó construir Luis II y, curiosamente, el único que el monarca pudo ver terminado.
La construcción del castillo tuvo una duración de cinco años y tuvo claras inclinaciones francesas (concretamente de Versalles) al erigirlo. Formado por un edificio principal de estilo barroco, un parque escalonado y varios edificios que lo rodean, en sus inicios era una pequeña casa, denominada Königshäuschen, que estaba en un coto de caza, propiedad del padre de Luis II, el rey Maximiliano II de Baviera. Al heredarlo, Luis II decidió convertirlo en el Palacio de Linderhof.
Cabe destacar, en el interior de palacio, sus numerosos cuartos, de los cuales nombramos los siguientes. El Cuarto de Espejos, adornado con mesas de lapislázuli, un candelabro de marfil y una alfombra de plumas de avestruz. Dos Cuartos de Tapices, predominando las pinturas de las paredes sobre lienzo. La Cámara de Audiencias, distinguiéndose en ella un trono con baldaquino y plumas de avestruz y dos mesas con cubierta de malaquita. Y el Comedor, usado por Luis II como vestidor.
Ya en el exterior, sus parques y jardines son dignos de apreciar. Un jardín principal rodea al palacio dividido en cinco secciones, que representan los cinco continentes y las estaciones del año. Entre 1875 y 1877, fue construida la Gruta De Venus, diseñada con armazón de hierro y recubierto con cemento, donde pueden ser admiradas diversas pinturas.
Otras zonas a destacar son la Casa Marroquí, donde el arte oriental se exhibe de manera delicada, la Choza de Hunding, inspirada en la ópera «La Valquiria» de Richard Wagner y la Ermita de Gurnemanz, también sirviendo de inspiración en su construcción otra ópera del compositor alemán Wagner, «Parsifal».
De octubre a marzo, el palacio permanece abierto a diario de 10 de la mañana a 4 de la tarde, exceptuando determinados días en los que se encuentra cerrado como el día de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año nuevo y el martes de carnaval. En pleno invierno, también se encuentran cerrados al público los parques y jardines, lo cual no impide apreciar el maravilloso interior de este magnífico palacio.
Vía | palaciosdeeuropa
Foto | flickr-shaferlens