Waldviertel, la belleza del paisaje natural

Escrito por: slopez    30 marzo 2013    2 minutos

Al norte de Austria, dentro del estado de la Baja Austria, encontramos una de las zonas más naturales de todo el país transalpino. Con seis poblaciones incluidas en ella, limita al norte con la República Checa y al sur con el río Danubio. Una región donde el paraje natural predomina por encima de todo. Hablamos de la región de Waldviertel.

Una zona muy atractiva para el turista de paisaje exterior, donde el sinfín de actividades que se pueden realizar convierten nuestro ocio en una auténtica delicia. Todo un paraje virgen se muestra ante nosotros, pudiendo visionar diferentes formaciones de rocas, hermosos ríos, campos de amapolas de gran colorido y una extensión de bosque que se pierde en el infinito.

Dentro de este paisaje podemos realizar desde senderismo hasta mountain bike o, de manera más relajada, grandes paseos por las laderas de las montañas que se levantan ante nuestra vista y que forman parte del Parque Nacional del Valle de Thaya. Este lugar fue declarado como tal en el año 2000, donde encontramos prados, bosques y un hábitat que alberga varios animales y especies naturales como el búho real o la cigüeña negra.

Incluido en todo este marco, podemos encontrar los lagos de Kamp, donde podemos darnos un estupendo baño rodeados por la belleza de los frondosos bosques, o admirar la Wackelsteine, una serie de piedras de enorme tamaño que datan de la época celta y que tenían como objetos de culto y fuentes con poderes especiales.

Aunque todo lo que estamos viendo es espectáculo natural, las zonas de bosques de Waldviertel nos permiten también admirar edificaciones de gran belleza arquitectónica, como las abadías de las localidades de Attenburg y Zwettl, que datan de la Edad Media, o fortalezas como la de Rosenburg (de estilo renacentista) o el castillo medieval de Rappottenstein.

Si hay un monumento en medio de los bosques que es obligatorio ver en esta región, es la pirámide de los bosques de Zwettl. Se trata de una pirámide de piedra, única en Europa, y cuyo origen es desconocido. Su altura es de 7 metros, repartidos en tres pisos, con forma redondeada y un peso aproximado de 500 toneladas. Junto a ella se puede disfrutar de la tranquilidad del bosque mientras se observa esta misteriosa pieza que, aún a día de hoy, mantiene en secreto su procedencia.

Y como no, debemos reponer fuerzas dando una alegría a nuestro estómago. Destaca el pescado, por su entorno natural, y, más concretamente, la carpa, que siempre es servida muy fresca. Cabe mencionar los famosos Dumplings, unos dulces elaborados con una masa de patata y rellenos de fruta. Sin olvidar las bebidas como los vinos Waldviertel, cultivados en la localidad de Langenlois, para acompañar un suculento almuerzo.

Vía | sobreaustria
Foto | flickr-Jakob Hürner

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