Malinas, una ciudad de corte clásico
Hoy os invitamos a que conozcáis una ciudad como Malinas, o Mechelen en neerlandés, y además os invitamos a que lleguéis a ella, si es posible, desde Bruselas en tren. ¿Por qué? Muy sencillo. Los 22 kilómetros de vía férrea que separan estas dos grandes ciudades belgas fueron el primer trayecto ferroviario que se realizó en la Europa continental, o sea, sin contar Gran Bretaña que fueron los pioneros europeos en esto de los trenes.
Cuando estés en Malinas, te sentirás en una ciudad auténticamente belga, una ciudad de gran importancia histórica y por tanto monumental. El Grote Markt es el corazón de la misma y la Catedral de San Rumoldo es su monumento más importante. Su construcción comenzó en el siglo XIII y no se terminaría hasta el siglo XVI, siendo lo más costoso de terminar la gran torre campanario que llega a los 98 metros de altura.
Pese a que sufrió bastantes estragos durante la Segunda Guerra Mundial, Malinas conserva buena parte de su patrimonio, parte de él reconstruido eso sí. Hay más de media docena de grandes iglesias, góticas en su mayoría, que merecen la pena nuestra atención, destacando la Iglesia de San Juan o la Iglesia de Onze-Lieve-Vrouw over de Dijle, donde encontrarás obras de arte y frescos nada menos que de Rubens, uno de lo más grandes artistas de la pintura flamenca.
Por seguir conociendo la Malinas cultural, te invitamos a que visites alguno de sus museos. Ya os hablamos en su momento del Museo del Juguete, pero también podéis conocer el Museo del Ferrocarril o el Museo Judío. En otros edificios civiles puedes encontrar galerías y es que Malinas es una ciudad bastante relacionada con el arte.
Más información | Tourisme Mechelen
Foto | Flickr – Peter Meuris