Cinco platos para disfrutar en Barcelona

Barcelona es uno de los destinos preferidos por los turistas a lo largo de todo el año, así que su gastronomía es también algo a tener en cuenta. Huyamos de los restaurantes turísticos y de las franquicias. Los primeros ofrecen platos horribles, con los que solo buscan sacar el dinero a los incautos y que es mejor dejar pasar si no queremos salir del local con dolor de estómago… y de bolsillo. Los segundos suelen ofrecer unos menús impersonales y aunque pueden no estar mal, no tienen la personalidad de la gastronomía catalana. Vamos a ver alguna de las joyas de la gastronomía que se pueden encontrar en Barcelona, aunque también son comunes en otros puntos de Cataluña.

Pa en tomàquet

El célebre pan con tomate es todo un clásico, aunque más que un plato en sí mismo es un acompañamiento ideal para muchos de los platos que se pueden disfrutar. El pà de pagés es el preferido para este sabroso complemento. Es el pan de pueblo, cuyas hogazas se sirven en rebanadas, normalmente tostadas, con el tomate «refregat» extendido por su superficie junto con aceite de oliva y una pizca de sal. Se puede disfrutar con fuet, embutidos u otras especialidades catalanas. Delicioso y muy sabroso.

Escalivada

Esta ensalada se hace con pimiento y berengena asada, además de tomate, olivas negras, cebolla y anchoas, todo bien regado con aceite de oliva. Es una ensalada que tiene un sabor fuerte, pero que resulta muy atractiva y sabrosa, ideal para los calurosos días de verano.

Suquet de peix i cloïses

Este plato está compuesto por varios tipos de pescado y marisco, todo cocinado con una salsa ligera y que resulta muy sabroso. Es un plato marinero, así que el verano es una de las mejores épocas para disfrutarlo, ya que asociamos el mar con esta estación vacacional y resulta una buena opción para disfrutar de la gastronomía barcelonesa.

Crema catalana

La crema catalana es uno de los postres más conocidos de la repostería barcelonesa y de toda la comunidad autónoma catalana. La crema catalana, similar a la natilla, se cubre con una capa de azúcar caramelizado, que crea una costra que hay que romper para disfrutar de este postre. Un indispensable para terminar una buena comida o cena en Barcelona.

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