El acueducto de Segovia, una de las joyas romanas de España

En pleno centro de la ciudad de Segovia, junto a la plaza del Azoguejo, se levanta uno de los monumentos más reconocibles de España. Se trata del Acueducto de la época romana de la ciudad, una construcción que se levantó a finales del siglo I o principios del siglo II y continúa siendo uno de los elementos emblemáticos de la ingeniería de su cultura en la Península Ibérica.

Se construyó para llevar hasta la ciudad el agua del manantial de la Fuenfría río Frío y cuenta con una longitud total de 17 kilómetros, aunque la parte más conocida es la que se puede ver en ese tramo de 750 metros que se levante en la ciudad. Se trata de un tramo compuesto por 167 arcos distribuidos en dos alturas y que permite que el agua salve el desnivel existente en ese punto. Luego, discurre bajo tierra.

Lo más curioso del acueducto es que las piedras con que se fabricaron no están unidas con ningún tipo de argamasa, sino que se mantienen en delicado equilibrio de fuerzas que lo convierte en una construcción espectacular y única, más allá de lo bonito que quede en las fotos. Su construcción es una prueba de la habilidad de los ingenieros romanos y por este motivo siempre se ha mirado con recelo por parte de los habitantes de la ciudad.

De hecho, existe una leyenda que dice que el acueducto de Segovia fue construido por el diablo, gracias a un trato que hizo con una joven moza de la ciudad. Al parecer, esta joven trabajaba en una casa y debía bajar hasta el río para conseguir agua fresca. Una noche, cansada del viaje diario, invocó al diablo y le ofreció su alma si era capaz de evitarle ese trabajo.

El diablo se comprometió a solucionar el problema en una noche. Si no cumplía su promesa antes de que saliera el sol, perdería el alma de la muchacha. El diablo estuvo trabajando durante toda la noche y antes de que pusiera la última piedra, despuntó el sol y el diablo perdió la apuesta.

Hoy, es uno de los principales lugares a visitar en una ciudad que tiene muchos puntos de interés. Desde el acueducto parten muchas de las visitas guiadas de la ciudad y en la plaza del Azoguejo está situada la Oficina de Turismo. Como curiosidad, la mítica Casa Cándido, donde hacen uno de los mejores cochinillos asados de la ciudad, está junto el acueducto.

Vía | Wikipedia

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