El Mercat de la Taronja de Castellón, el oro naranja de la tierra valenciana

El Mercat de la Taronja de Castellón, el oro naranja de la tierra valenciana

Escrito por: Victor Alós    5 marzo 2015    2 minutos

La Comunidad Valenciana es conocida sobre todo por uno de sus frutos más sabrosos y abundantes, que ocupan gran parte de sus campos fértiles. La naranja es una constante en las tres provincias y uno de los productos más exportados por todo el mundo. En Castellón, desde hace unos años, se ha abierto un mercado al aire libre, que ocupa alguna de las principales plazas de la capital de La Plana, donde se pueden comprar naranjas recogidas solo un día antes

El Mercat de la Taronja se inauguró en el año 2010, gracias a la inquietud de los propios productores de la capital, que veían como la naranja se echaba a perder en los árboles, en medio de una grave crisis agrícola. Acordaron con el ayuntamiento la posibilidad de vender sus propia producción a los consumidores en un mercado que llevaría la fruta de los huertos directamente a los compradores de Castellón, prescindiendo de intermediarios y con la frescura del producto como bandera.

Actualmente son cuatro plazas de Castellón las que acogen a este mercado al aire libre, tres en el centro de Castellón y una cuarta en el Grao, el distrito marinero. En las distintas paradas se pueden encontrar diversos tipos de naranja, dependiendo de la temporada.

Una de las variedades más buscadas es la clemenules, un tipo de clementina que solo se cultiva en la zona de La Plana y está considerada como una de las más sabrosas y de mayor calidad de esta variedad. De hecho, se considera la mejor de ellas y se puede encontrar recién recolectada, ofrecida por los propios labradores que la han cultivado.

Miles de castellonenses se dan cita los domingos por la mañana en la Plaza Fadrell, la vecina Plaza Na Violant o la Plaza María Agustina y se venden alrededor de 9.000 kilos cada semana. Aunque se trata de pequeñas paradas montadas con pequeñas mesas y muchas cajas de naranjas recién cogidas, se ha convertido en una imagen icónica de la ciudad que provoca la visita de personas de otras poblaciones, que buscan naranjas frescas y de calidad.

Foto | Víctor Alós

Reportajes