Las hogueras de San Juan, el calor de Alicante
El mediterráneo español tiene un protagonista indiscutible, que está presente a lo largo y ancho de la costa española: el fuego. Este es una constante en las fiestas de nuestro país y forma parte de la tradición de muchas de ellas. En la Comunidad Valenciana son muchas las que se vertebran alrededor de este elemento.
En Valencia encontramos las fallas, monumentos que se levantan en unos días (tras meses de trabajo) y después se desvanecen a causa de los efectos de la destructora llama. Pero no es la única fiesta en la que se destruyen con fuego los monumentos. En Alicante se celebran las Hogueras de San Juan y entre ellas hay muchas similitudes.
Como su propio nombre indica, se celebran la víspera de San Juan, desde el día 20 de junio hasta la noche del 24 del mismo mes, que es cuando se queman los monumentos. Pero antes de esa fecha, la fiesta da mucho más de sí.
El día 20 se comienza la plantà, es decir, se levantan y montan los monumentos. Hay dos por cada uno de los distritos festeros. Una mayor, que es la grande, y la infantil, que suele contar con imágenes, muñecos y diseños orientados a los niños. Las comisiones de cada hoguera comienzan entonces sus fiestas, con orquestas, cenas y comidas y trasladan la fiesta a la calle. Y por supuesto, la presencia de los cohetes y petardos es inevitable.
La entrada de bandas es otro de los actos importantes de las Hogueras. Los representantes de todos los distritos realizan el recorrido de las hogueras junto a las Bellezas y las Damas, acompañados también por las bandas de cada distrito.
El 22 de junio se conoce el nombre de las hogueras ganadoras en cada categoría. En total se conceden cinco premios por categoría y las ganadoras lucen el banderín acreditativo. Y todo se prepara para la gran noche, la del 24 de junio.
A las doce de la noche se dispara una gran palmera de fuegos artificiales, que marca el inicio de la Cremà. Todos los monumetos comienzan a arder a esa hora y se pone punto y final a unos días intensos, llenos de emoción para los alicantinos. Una fiesta que tiene mucho en común con las Fallas de Valencia y en las que el fuego marca el fin de un año y da inicio al siguiente, en el que se inicia de nuevo todo el proceso para celebrar las Hogueras de San Juan.
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