Mérida, enclave valioso para muchas civilizaciones (I)
Hay ciudades donde sentir el palpitar de civilizaciones antiguas es inevitable, Mérida es una de ellas. Situada a 200 metros de altitud y atravesada por el río Guadiana y el Albarregas fue un enclave de gran importancia para todos los que la poblaron siglo tras siglo. Los primeros en fundar una ciudad fueron los romanos llamándola Augusta Emerita. Se convirtió en el lugar de retiro de grandes combatientes de las tropas romanas y fue dotada con todas las comodidades de una gran ciudad.
Más tarde pasó a manos de los visigodos llegando a convertirse en la capital del Reino Bárbaro hasta que llegaron los musulmanes y se establecieron allí. Hasta el año 1230 no fue reconquistada por los cristianos. Gracias a todas estas civilizaciones el legado que ha quedado en las tierras de la ciudad es de valor incalculable. Así pues podríamos hacer un viaje en el tiempo visitando sus principales restos arqueológicos y construcciones más emblemáticas.
El Teatro Romano es el indicador principal de la opulencia de la ciudad, con cabida para seis mil espectadores. Se construyó en un cerro en el año 15 a.C. En el centro de la ciudad podremos contemplar el Templo de Diana, un lugar de culto que se mantiene en buen estado de conservación gracias a que fue utilizado como parte de un palacio renacentista en épocas posteriores.
Otra muestra de la arquitectura romana es el Acueducto de los Milagros, llamado así por la impresión que se llevaban aquellos que lo veían por vez primera. Su objetivo era traer agua desde el pantano de Proserpina para abastecer la ciudad. Quedan más de ochocientos metros de la antigua construcción y en algunos lugares los pilares llegan a alcanzar los veintisiete metros de altura. Por último su Puente Romano, con más de ochocientos metros de largo y sesenta y cinco arcos de medio punto. Se convirtió en uno de los elementos de mayor valor de la ciudad en cuanto a la expansión del comercio y también como lugar estratégico durante las guerras.
Vía | Turismo Mérida
Foto | Flickr-Antonioj.pineda