Visitar Valencia en Fallas

No es nada sencillo explicar que son las Fallas de Valencia, cualquier cosa que puedas leer o ver por televisión, se queda corta con lo que vas a encontrar al llegar a la capital del Turia. Es una fiesta que hay que vivir al menos una vez en la vida. Todos sabemos que las mujeres se visten con preciosos trajes bordados y que las calles se llenan de esculturas, pólvora y ruido. Pero esa es una descripción muy pobre. En esta, para mí magnífica, serie de artículos del So Andrés Castellano puedes aprender lo que son y su origen.

Intentaré resumir lo que significa visitar Valencia en Fallas, entre el 14 y el 19 de marzo. Lo primero que vas a encontrar son multitud de calles cortadas. Lo mejor es olvidarte de conducir en estos días y prepararte para usar el transporte público y caminar mucho. Después te llamará la atención la cantidad de gente que hay en la calle, las Fallas se celebran en la ciudad, en toda ella y de 8 de la mañana a 4 de la madrugada como mínimo. Al ruido de la pólvora te acostumbras pronto, al principio te sobresaltarás a cada paso, pero en un par de horas solo serás consciente de las explosiones más fuertes. Si quieres tirar petardos los tienes en tiendas especializadas, déjate aconsejar por el vendedor y sigue estrictamente las normas de seguridad.

Verás hombres y mujeres vestidos con el traje tradicional, niñas en vaqueros con el peinado de fallera y mucha gente con blusones y pañuelos al cuello. Con un pañuelo te sentirás más integrado, pero no es obligatorio. Puede que te abrume la gran cantidad de cosas que hay para ver, hay 700 monumentos plantados por toda la ciudad y calles adornadas e iluminadas que merece la pena ver. Hazte con una guía y selecciona los que vas a ver. Los más impresionantes son los de categoría especial pero hay fallas más pequeñas que te dejarán igualmente boquiabierto por el trabajo y la creatividad que han requerido. No trates de verlas todas, céntrate en una zona y callejea, prácticamente hay una falla en cada esquina, o mejor dicho dos, una de adultos y una de niños.

Es imprescindible escuchar al menos una Mascletá desde la Plaza del Ayuntamiento (a las 14.00 horas) o cerca de ella. No hace falta estar en primera fila, la primera vez impresiona incluso sin verla, pero si quieres estar cerca debes guardar tu sitio un par de horas. Lo mismo sucede con el castillo de fuegos artificiales por la noche. Se ve desde casi toda la ciudad, sobre todo en el borde del cauce del Turia. Depende de lo cerca que quieras estar de los disparos tendrás que llegar con mayor o menor antelación.

Tampoco debes perderte la Ofrenda, falleros de toda la ciudad caminan hasta la Plaza de la Virgen para llevar flores a su patrona. En el centro encontrarás calles valladas en las que acodarte un rato y dejarte deslumbrar por los vestidos de las mujeres, la ternura de los niños y el olor de las flores, mientras descansas un poco y degustas algún buñuelo, churros con chocolate o unos fartons con horchata.

La noche grande, la de la Cremá, ármate de paciencia, sobre todo si eliges ver arder una falla de categoría especial. Mucha gente hará lo mismo que tú y aunque notarás el calor desde lejos y podrás ver las llamas, todos queremos estar cerca. No te saltes las normas de seguridad y trata de respetar a los falleros, es su monumento y el momento grande de su fiesta. La culminación de un año de esfuerzo.

Y por supuesto hay fiesta en el sentido clásico que damos a esta palabra: música, bebida y comida. Si lo que buscas es botellón o similar no tendrás problemas en encontrarlo, pero no dejes que eso evite que vivas el resto de la fiesta.

Foto | Flickr- Luis Gosalbez / Flickr-Calafellvalo

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