Carritos de Hot-Dogs, un clásico de la comida rápida neoyorquina
Si se va a viajar a Nueva York, hay una tipo de gastronomía que no se puede dejar de disfrutar. No es, desde luego, la más sana ni la más sabrosa, pero no disfrutar de ella es dejar pasar la oportunidad de vivir como un auténtico neoyorquino. En muchas calles de la ciudad de los rascacielos se pueden encontrar los célebres carritos de hot dog, esos que hemos visto en series de televisión y películas y que forman parte del día a día de la ciudad.
Están ubicados en zonas con mucho paso, cerca de edificios de oficina y por supuesto, en los lugares más turísticos. Se han convertido en uno de los reclamos más emblemáticos de Nueva York y permiten tomar un tentepié por 1,5 o 2 dólares, dependiendo de la zona donde los encuentres.
El origen de este bocadillo tan típico y que ha llegado a muchos otros rincones del mundo está ubicado temporalmente en la inmigración de ciudadanos alemanes en el siglo XIX. Pero la idea de poner sus típicas salchichas dentro de un bollo de pan es de un carnicero alemán, que comenzó a venderlos en Coney Island a finales de ese siglo.
Pronto se popularizó y comenzaron a aparecer competidores en otros puntos de la ciudad. Uno de estos primeros puntos es el célebre Nathan’s Famous, donde se celebra cada 4 de julio un concurso para determinar quien se come más perritos calientes. Este restaurante tiene varios carritos repartidos por la ciudad y es fácil encontrarlos en muchos lugares.
La mayoría de carritos ubicados en las calles neoyorquinas utilizan el vapor para calentar las salchichas y ofrecen una buena variedad de complementos para el hot-dog. Desde las salsas clásicas, como la mostaza y el ketchup hasta el muy tradicional chucrut, pasando por otros más imaginativos y curiosos. Depende del cocinero de cada puesto y su especialidad. En los carritos se pueden comprar también pretzels, los típicos lazos salados que también conocemos por las películas y series.
Además de estos carritos tan típicos, hay muchos restaurantes que ofrecen también perritos calientes, con características personalizados que los hacen destacar por encima de los demás. Todo un placer urbanita que ha traspasado fronteras.
Foto | Francisco Antunes – Flickr
Vía | Ny.eater.com