Coliseo de Roma
Cuando hablamos de Roma e incluso de Italia, es inevitable que no nos venga a la mente el impresionante Coliseo de Roma. De hecho, es uno de los estandartes de la ciudad junto al Vaticano. El Coliseo romano, en un principio llamado «Anfiteatro Flavio» es una de las mejores muestras de la arquitectura romana y de su gran poder. Durante 500 años este lugar sirvió para el ocio de los ciudadanos ofreciendo espectáculos como representaciones de batallas u obras de teatro. Aunque probablemente los espectáculos con mayor éxito era los más sangrientos donde se sacrificaban bestias o combatían gladiadores.
E Coliseo de Roma daba cabida a más de 50.000 espectadores, todos ellos ocupaban los asientos de los anfiteatros. Los personajes más poderosos ocupaban las filas más cercanas a la arena y así sucesivamente hasta que los espectadores de menor rango llenaban las filas más altas. Aunque ahora el coliseo no tiene parte superior, lo cierto es que durante los espectáculos de la Roma Imperial se utilizaba una lona que protegía a los asistentes de los rayos del sol. Bajo la arena se conectaban galerías donde se guardaban a las fieras y la maquinaria.
El emperador Tito en el año 80 inauguró el Coliseo y los juegos duraron cien días. En solo este periodo perdieron la vida miles de personas mientras otras se entretenían. Aunque el Coliseo ha tenido que soportar saqueos, terremotos e incluso bombardeos durante la guerra, ha conseguido mantenerse en pie mostrando parte de su grandeza y convirtiéndose en uno de los principales lugares turísticos de la ciudad.
Si quieres visitar el Coliseo puedes conseguir tu entrada por 12 euros y disfrutar de la visita al Palatino y al Foro. Eso sí, si decides comprarla en el Coliseo probablemente tendrás que hacer bastante cola.
Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-David Lacarta