Oslo, lo esencial para conocer la capital de Noruega
Dicen de Oslo que no es ni la ciudad ni el sitio más bonito de Noruega, pero eso no debe sonar a menosprecio en un país en el que la naturaleza ha obrado con capricho lugares de extraordinaria belleza. Oslo es la capital de este país, su ciudad más conocida y, por tanto, su puerta de entrada.
Ahora, nos vamos a detener en conocer algunos de los puntos de interés turístico de esta ciudad. Los que digamos que serían esenciales de ver en una visita a Oslo, siempre dependiendo del tiempo que se tenga, claro está.
Edificios de interés
Al ser la ciudad central del país, Oslo cuenta con importantes edificios. Por ejemplo, en lo religioso destaca la Catedral del Salvador, conocida como la catedral nacional. En lo civil y político, destaca el Palacio de Storting, sede el parlamento noruego, así como el Ayuntamiento de la ciudad, donde cada año se hacen entrega de los famosos Premios Nobel.
Dentro de los lugares de carácter histórico, el principal es la Fortaleza de Akershus, un conjunto de edificios militares y palacetes cuyo origen se remonta al siglo XIV, sin olvidarnos del Palacio Real, del siglo XIX. Pero la verdadera imagen de Oslo es la de una ciudad vanguardista en lo que arquitectura se refiere, y valgan de ejemplo los edificios de la Ópera y las oficinas de Statoil, o el puente Akrobaten.
Foto | Flickr – Claudia Regina
Museos
Oslo es una ciudad con muchos museos, tantos que para ver la mayoría de ellos habría que dedicar varios días en la ciudad. Lo bueno es que los que más merecen la pena se encuentran todos en el mismo barrio, el de Bygdøy, en la península del mismo nombre, en la zona occidental de la ciudad.
En esta zona podemos encontrar el Fram, un museo dedicado a la exploración polar noruega, el Museo de los Barcos Vikingos, que no necesita más presentación, o el Museo del Pueblo Noruego, el primer museo al aire libre del mundo. En otros lugares de la ciudad podemos encontrar museos interesantes como la Galería Nacional de Arte y el Museo Munch, donde encontramos el famoso cuadro de El Grito.
Parar ver todos estos museos sin dejarse el presupuesto, lo ideal es adquirir la tarjeta Oslo Pass. Como da acceso gratuito a la mayoría de estos espacios y como también sirve para moverse por la ciudad, al final sale muy a cuenta.
Foto | Flickr – Jjmusgrove
Parques y otras zonas naturales
Sin duda alguna, el parque más famoso de Oslo y de todo el país es el Parque Vigeland. Lleva el nombre de Gustav Vigeland, un escultor que durante la primera mitad del siglo XX y por encargo del Ayuntamiento se dedicó a realizar estatuas que hoy lucen en este parque del centro de la ciudad. Un paseo con más de medio centenar de esculturas que recrean principalmente escenas cotidianas.
En Noruega, los deportes de invierno tienen gran calado, al punto que Holmenkollen es una de las zonas más visitadas de todo el país. Hablamos de una zona montañosa a las afueras de Oslo llena de pistas de esquí, donde se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno de 1952, de los que queda como principal recuerdo un trampolín de saltos de esquí.
Pero en contraste, hay que señalar que los veranos son calurosos en Oslo y que se puede ir a la playa. Las más populares son las de Huk y Paradisbukta, en la zona de Bygdøy, o Solvikbukta y Malmøya, en la zona sur.
Foto | Flickr – Blue Quartz
Foto de portada | Flickr – Mashhour Hawalani