Jungfraujoch, una escapada de altura
En el conjunto Jungfrau-Aletsch-Bietschhorn, patrimonio de la Humanidad de la Unesco, en el corazón del Oberland bernés, se encuentra Jungfraujoch, la estación de tren más alta del mundo también llamada la Cumbre de Europa. Está situada a 3.454 metros de altitud y se accede tras unas dos horas de viaje desde Interlaken. El primer trayecto lleva hasta Lauterbrunnen o Grindelwald. Allí hay que cambiar al ferrocarril Wengernalp hasta Kleine-Scheidegg y finalmente se toma el tren de cremallera hasta el Jungfraujoch. Es uno de los mayores atractivos de la zona y podríamos decir que de Suiza.
Fue necesario trabajar durante 16 años en turnos de 24 horas para llevar el tren a semejante altura y para construir la impresionante estación que cuelga adosada a la montaña. Durante el trayecto por el túnel que nos lleva a Jungfraujoch, de 17 kilómetros de longitud, hay dos paradas para contemplar, sin bajarse del tren, la pared norte del Eiger y el paisaje glaciar.
Una vez llegamos, nos reciben el hielo y la nieve permanentes. Tendremos una increíbles vistas al glaciar más grande de los Alpes, el Aletsch, que cubre una superficie de más de 120 kilómetros cuadrados. Durante los meses de verano es posible realizar una excursión, a pie o en bicicleta por este y otros glaciares cercanos.
Otro de los espectáculos de esta montaña es el Palacio de Hielo, excavado y decorado con esculturas de hielo permanentes. Hay grutas dedicadas a la exposición de la historia del ferrocarril y la estación así como al propio glaciar en que están construidas. Hacia el este se levanta la Sphinx, la Esfinge, un puerto de 3.571 metros sobre el que se encuentra el observatorio científico del mismo nombre. Podemos acceder desde el Palacio de Hielo, utilizando pasarelas mecánicas y ascender en un ascensor. En la cima una gran plataforma nos permite deleitarnos con el asombroso paisaje.
Es importante recordar que se trata de una zona de alta montaña, por lo que hay que llevar ropa adecuada, protector solar y gafas de sol. Durante los meses de verano puede haber mucha gente, para evitar aglomeraciones o quedarnos sin acceso, es conveniente empezar el viaje temprano por la mañana o ya entrada la tarde, horarios en los que además hay descuentos en los billetes. En la cima hay cuatro restaurantes, entre ellos el más alto de Europa. Lógicamente no son económicos. Es posible alojarse en el collado de Mönch, próximo al Jungfraujoch y también en las ciudades cercanas bajo la montaña. Si dispones de varios días en la zona, consulta el tiempo antes de realizar la excursión para poder aprovechar al máximo las vistas.
Vía | Jungfrau
Foto | Flickr-BurgTender