Las playas de Túnez, un reclamo turístico de primer orden para el país mediterráneo

Túnez es uno de los países mediterráneos que suelen recibir a un buen número de visitantes europeos a lo largo del año, pero especialemente, del verano. Este país africano cuenta con numerosos alicientes para pasar unas excelentes vacaciones, que unen el turismo de playa con la cultura y las joyas arquitectónicas que esconden sus ciudades. Además, los aficionados al golf cuentan con varios campos bastante importantes que permitirán disfrutar de intensas jornadas dedicadas a este deporte.

El turismo y las playas son importantes para los tunecinos y por ello, de los 1.300 kilómetros de costa con que cuenta este país, 600 kilómetros son de playa. En la isla de Djerba, en el suroeste del país, se abren alguna de las más atractivas del país. Son las playas de Sidi Mahrez, Rass Taguerness y Seguiac que tienen como mayor atractivo unas excelentes aguas de color turquesa y una arena blanca y fina.

En el noroeste las playas cambian y ofrecen un aspecto muy diferente. En un territorio donde predominan los bosques de alcornoques y robles mediterráneos, las playas de Mellula y Babouch ofrecen un aspecto más natural y todavía sin domesticar. Son playas de arena de intenso color ocre, que se sumergen en el Mediterráneo, en la zona de Tabarka. En este lugar la presencia del mar contrasta con las montañas de más de 1.200 metros de altura, que ponen el contraste entre la zona marítima y el interior.

Túnez presenta una gran oferta de playas y calas de calidad para todos los gustosSi nos dirigimos hasta el extremo sur del golfo de Hammamet nos encontramos con Monastir, una población donde podemos encontrar playas de areba ocre y agua azul zafiro, entre las que destacan las playas de Skanes y Dkhila, que se extienden para hacer que la visita se convierta en algo muy placentero. La ciudad costera de Susa también ofrece playas muy sugerentes, de arena fina, que se complementan con la arquitectura de las fortalezas y murallas que se alzan sobre ellas. Esto es lo que ha permitido que esta ciudad se haya registrado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La riqueza de la geografía tunecina permite que existan varias pequeñas calas y otras playas más resguardadas y con menos afluencia turística, pensadas para personas que prefieren algo más de tranquilidad e intimidad. Con todo, hay una extensa oferta para todos los gustos, para que la experiencia de visitar Túnez se convierta en algo realmente espectacular.

Fuente | Turismo de Túnez

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