Dresde, la capital del estado de Sajonia
Una de las ciudades más importantes de Alemania se encuentra en el estado de Sajonia y constituye, junto con Chemnitz y Leipzig, la llamada “región metropolitana del triángulo sajón”. Con más de medio millón de habitantes, esta localidad posee una enorme importancia a nivel de comunicaciones y economía. Bienvenidos a la ciudad de Dresde.
Desde sus comienzos, que datan del Neolítico, Dresde ha ido pasando por los siglos hasta convertirse en ciudad, a principios del siglo XIII. Caracterizada por ser lugar de residencia de la nobleza a finales del siglo XV, durante el siglo XX sufrió los últimos coletazos de la II Guerra Mundial y tuvo una repercusión política muy importante.
Tan sólo a tres meses de la rendición del ejército alemán, la ciudad de Dresde fue sometida a una serie de bombardeos que redujeron a escombros su magnífico casco histórico y supusieron la muerte de más de doscientas mil personas. Este hecho se ha convertido, con el paso del tiempo, en uno de los más polémicos de toda la Gran Guerra.
En la etapa de la Guerra Fría, Dresde fue una de la ciudades más importantes de la Alemania Oriental, siendo su mayor centro industrial y disponiendo, en él, de un gran número de centros de investigación. Su fortaleza económica hizo que, tras la caída del muro, su integración en la nueva Alemania no fuera tan traumática.
Pero dejemos la historia más conflictiva de la ciudad para dar paso a lo que podemos conocer en ella. Dresde posee un alto nivel cultural y artístico, que se ve representado en sus innumerables edificaciones arquitectónicas (tanto civiles como religiosas), sus museos, teatros, sus orquestas musicales y un sinfín de lugares más (como la curiosa casa musical en el Neustadt Kunsthofpassage)
Edificios como la Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora, de la cual tienen ustedes un post en nuestras páginas), la Catedral Católica Hofkirche (Iglesia de la Corte), el Castillo Dresdner (antigua residencia de los reyes de Sajonia), el Altmarkt o Mercado Antiguo, el Augustusbrücke (Puente de Augusto, el más simbólico de la ciudad, uniendo el casco antiguo con la Neustadt o zona nueva sobre el río Elba) o el Yenidze, una antigua fábrica de tabaco que, actualmente, es un restaurante y lugar de visita turística.
Museos como las Galerías de los Antiguos Maestros y la de los Nuevos Maestros (con un despliegue pictórico realmente excepcional), el Museo Alemán para la Higiene (francamente curioso de visitar), el Salón de las Matemáticas y la Física (conteniendo instrumentos relacionados con ambas materias de la edad barroca) o el Museo Municipal de Dresde, encontrándose la parte principal en la Landhaus (casa de campo) de la Pirnaischer Platz.
Cuando nos sentemos en un restaurante o una cafetería de Dresde, no podemos dejar de degustar especialidades como el Dresdner Christsollen (pan servido como postre en Navidad), las Dominostein (mazapán cubierto de chocolate) o el Pflaumentoffel, figurita comestible hecha de ciruelas pasas y destinada, sobre todo, a los niños.
Sólo hace falta que ustedes y sus familias decidan recorrer las calles de la ciudad de Dresde para terminar de conocer todos sus encantos históricos, culturales y gastronómicos. Así es que, no lo duden. Sus vacaciones navideñas tienen un claro destino este año. Dresde, la capital del estado de Sajonia.
Vía | wikipedia
Foto | flickr-Christopher Bulle