El Edificio del Reichstag, sede del parlamento alemán

De la controvertida historia de Alemania a lo largo del siglo XX puede dar testimonio, si hablara, el Edificio del Reichstag. Siendo éste uno de los lugares más característicos de Berlín, su visita es imprescindible, tanto como para conocer la historia del lugar como para disfrutar de la Berlín que se ve desde él.

Una historia que ya comenzó cruzada, porque al entonces kaiser no le gustaba un pelo el diseño de Paul Wallot y la construcción del edificio. Pero a pesar de eso, los trabajos siguieron adelante y a finales del siglo XIX se finalizó un edificio que sería testigo de algunos acontecimientos importantes de la historia alemana y mundial.

Por ejemplo, en el Reichstag se proclamó la república alemana. También es protagonista de uno de las fotos más famosas de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Ejército Rojo tomó Berlín. Lo que nunca pasó allí, aunque así se crea, fue alguno de los famosos discursos de Hitler al parlamento, pues estuvo cerrado debido al incendio de 1933, que nadie sabe quien produjo pero que todo el mundo sospecha por las consecuencias que tuvo.

En 1956, se decidió reconstruir el edificio ya que estaba en ruinas tras los bombardeos sufridos por la ciudad. Se encargó el proyecto a Norman Foster con una misión, que reprodujera lo más fielmente posible el edificio pero no la cúpula. Y así es como se decidió el arquitecto por la cúpula de cristal que, al igual que la original, a muchos gusta y a otros tantos no.

Esa cúpula es el centro de la visita turística al parlamento alemán. Permanece abierta para su visita a lo largo de todo el día, por lo que se puede disfrutar de vistas diurnas y nocturnas, lo que sí hay que hacer es registrarse obligatoriamente en la web oficial del Bundestag (que está en inglés, francés y alemán) para el acceso.

Web oficial | Bundestag
Foto | Flickr – Philippe Amiot

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