El Palacio de Karlsruhe, el descanso de Carlos

El Palacio de Karlsruhe, el descanso de Carlos

Escrito por: Xavi    12 enero 2016    1 minuto

A principios del siglo XVIII, el marqués Carlos Guillermo estaba teniendo problemas con los ciudadanos de Durlach, la ciudad desde la que dirigía los designios del condado de Baden-Durlach. Ante esa situación, la ocurrencia del marqués fue la de trasladar su sede y empezar de cero, en una nueva ciudad.

Esa nueva ciudad iba a ser Karlsruhe, fundada en el año 1715 alrededor del Palacio que se construyó Carlos Guillermo para su descanso. Este palacio no sólo es el principal monumento de la ciudad sino que es su origen en sí misma: de él partían las 32 calles donde cualquiera era libre de instalarse y que le hicieron ganarse a Karlsruhe el sobrenombre de la ciudad abanico.

El palacio actual ha cambiado mucho con respecto original. La primitiva construcción de madera se cambió por piedra y los diferentes propietarios han ido aumentando el número de estancias paulatinamente. También tuvo que ser reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial, como prácticamente toda la parte más antigua de la ciudad.

Desde entonces, el palacio, pérdida su función como residencia de la familia de los soberanos de Baden, comenzó a funcionar como museo. Así, sus salas hoy albergan lo que es el Museo Estatal de Baden (Badisches Landesmuseum), un museo que contiene todo el arte y la historia de la región. También en el interior se puede acceder a la torre principal del palacio.

Si no te interesa visitar un museo y pasas de pagar entrada, puedes simplemente pasear por los alrededores de palacio, que son zonas ajardinadas siguiente el estilo de Versalles, salvando las diferencias claro está. Mucha gente lo hace, no sólo turistas, por lo que suelen estar bastante concurridos.

Foto | Flickr – Grzegorz Jereczek

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