Herzogenarauch, la ciudad de las cabezas agachadas
Nadie sabe muy bien por qué los hermanos Dassler se enfadaron y decidieron tirar cada uno por su lado, y más con un negocio de fabricación de zapatillas que iba bastante bien. Lo que sí sabemos es que, luego, la verdad es que no se puede decir que les fuera mal por separado, ni mucho menos.
Los hermanos Dassler son los protagonistas de una de las historias más curiosas de la historia, la que convirtió en la localidad Herzogenerauch en la ciudad de las cabezas agachadas. Fue en esta pequeña localidad a media hora de Nuremberg donde se gestó la creación de dos de las empresas más famosas de ropa deportiva del mundo, Adidas, que fue la que creo Adolf, y Puma, que fue la que creó Rudolf.
La división entre hermanos provocó también una división social sin precedentes. Medio pueblo trabajaba para la fábrica de Adidas, el otro medio para la fábrica de Puma, medio pueblo calzaba una marca, el otro medio la otra. La situación desembocó en que los trabajadores o afines a Adidas no se relacionaban con los trabajadores y afines de Puma, y viceversa.
Así que, para saber cuál era el lado del que se posicionaba una persona, había que mirar antes sus zapatillas. A raíz de eso, a esta ciudad que hoy día ronda los 25 mil habitantes se la conoció como la ciudad de las cabezas agachadas. La rivalidad Puma – Adidas queda recordada en una estatua en la que unos niños tiran de una cuerda, cada uno vestido con ropa de una de las marcas.
Más allá de los cuarteles generales de Adidas y Puma, que siguen aquí, y de la curiosidad de esta historia, Herzogerenauch no sería más que un pueblo más. De esos que en su centro tiene las típicas casas alemanas de corte clásica, muestra de que hay una historia de casi mil años antes de que estos hermanos la colocaran en el mapa.
Comentarios cerrados