Quedlinburg, una ciudad Patrimonio de la Humanidad

Quedlinburg, una ciudad Patrimonio de la Humanidad

Escrito por: Xavi    30 noviembre 2015    1 minuto

A orillas del río Bode y al pie de las montañas Harz se encuentra la ciudad de Quedlinburg. Hay bastantes motivos para conocer de cerca esta localidad sajona, y a continuación te vamos a desgranar los principales.

Lo más conocido de Quedlinburg son sus casas típicas alemanas. En todo el país no hay número igual, pues en esta ciudad se cuentan por encima de mil estas construcciones de madera y vigas entramadas, pintadas todas ellas de colores. Es más, una de estas casas tiene el honor de ser la más antigua de toda Alemania, la Ständerbau, construida en el siglo XIV.

Dominando todo el casco antiguo se encuentra el Castillo, al que se llega tras un bonito paseo por calles adoquinadas. La primera fortaleza se erigió allá por el siglo X, por orden del rey Enrique I, conocido como El Pajarero. No tan bonito como otros castillos de Alemania, hoy en día alberga un museo local.

Junto al Castillo se eleva la Colegiata, dedicada a San Servacio y considerada como la primera iglesia del románico alemán. La visita a la iglesia no es gratuita pero la entrada permite el acceso a lugares como la cripta, donde descansa Enrique I y parte de su familia, y también al tesoro, que guarda gran parte de la riqueza de la dinastía otoniana, reyes y emperadores de Alemania durante casi dos siglos.

El conjunto que forman la Ciudad Vieja, el Castillo y la Colegiata fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ya creo que tenéis suficientes motivos para conocer este histórico burgo, considerado como la primera capital de Alemania.

Foto | Flickr – Sergei Gussev

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