Guía para puntuar hoteles y restaurantes en las webs de reservas de alojamientos
Estamos acostumbrados a elegir los lugares donde nos alojamos gracias a las páginas web de reservas on-line, y nos fiamos cada vez más de las opiniones de otros usuarios para encontrar ese lugar que estamos buscando. Normalmente, estos pueden resultar muy útiles, pero también pueden hacer que desistamos en reservar en un hotel o apartamento que nos gusta en principio, ya que son muy contundentes a la hora de marcar los puntos débiles del mismo.
Últimamente estamos viendo como varios establecimientos están recibiendo críticas muy malas y que están haciendo que su prestigio en estas páginas web caiga en picado. Sí, hay críticas justificadas y que se basan en el servicio recibido y en el estado de las instalaciones, pero hay otras que marcan unas situaciones que no son realistas y que ofrecen una imagen distorsionada del establecimiento. Entonces, ¿cómo debemos escribir esas reseñas que pretenden ser útiles para futuros usuarios?
Es importante, antes que nada, conocer qué tipo de establecimiento es el que se ha reservado. No se puede exigir a un hostal los servicios de un hotel de tres o cuatro estrellas, porque, obviamente, no se van a encontrar. También hay que tener en cuenta que si no existe una recepción las 24 horas, no se puede pretender que una persona esté todo el tiempo en ella. Tampoco se puede pretender encontrar un buffet en un establecimiento rural que se basa en menús con productos típicos del lugar.
Si esto es importante, conocer el tipo de instalaciones y dónde está ubicado es importante también. Por ejemplo, se puede leer alguna crítica sobre el mal olor de algunos establecimientos rurales. Aunque para el viajero urbanita, los hoteles son lugares donde no existen olores desagradables y la presencia de insectos es anecdótica, en el campo hay olores, normalmente de animales. También existe la posibilidad de que en las habitaciones haya presencia de insectos, incluso de alguna araña, que no representan riesgos para los huéspedes y que los lugareños conocen y saben como eliminar.
Antes de ofrecer una imagen desproporcionada de un establecimiento, algo que puede causar un serio daño a la imagen de un hotel, hay que parar un poco, reflexionar y ver si esos inconvenientes que queremos reflejar existen realmente o es simplemente una sensación que nos llega por haber puesto unas expectativas sobre el establecimiento que no se corresponde con la realidad.
Por ejemplo, hay quejas en alguna página web británica que criticaba cosas tan absurdas como que «nadie les había dicho que en España había tantos extranjeros«, que la cocina en nuestro país «era toda española» o que «nadie les había dicho que junto a la playa había tantos mosquitos«. Si queremos que esos comentarios sean realmente útiles, hay que pensar bien qué ponemos y hacerlo con conocimiento de causa y no confundiendo lo que se ofrece con lo que «creemos» que se ofrece. Así, todos saldremos ganando.
Comentarios cerrados