Menorca, una opcion relajada para las vacaciones en las Islas Baleares

No nos engañemos. Digo que es una opción relajada porque la comparación con Ibiza o Mallorca es inevitable y no se puede pensar en Menorca como una isla con una actividad nocturna tan intensa como en aquellas. Pero aún así, la tranquilidad no está reñida con la fiesta nocturna. Eso sí, con mucha menos gente y un modo de vida más relajado que los dos puntos más conocidos del archipiélago. Menorca es una isla que esconde muchos rincones sorprendentes que pueden hacer disfrutar de la misma.

Entre los datos interesantes que podemos conocer de Menorca figuran los 216 kilómetros de costa que se pueden encontar en ella. Estos están ocupados por unas 70 playas, entre las playas propiamente dichas y las calas, más salvajes y sin urbanizar. Estas segundas se convierten en espacios ideales para perderse del bullicio y disfrutar de la experiencia de bañarse en el Mediterráneo y en el sol que preside los cielos de la isla. De hecho, Menorca recibió la consideración de Reserva de la Biosfera en el año 1993, por lo que la naturaleza está presente en cada rincón.

Las zonas de arena y de piedra en las calas, se combinan con grandes acantilados que conforman una costa muy agradable de ver y sobre todo, para disfrutar tanto de días de playa como de momentos de senderismo por los lugares por donde discurren y que en muchas ocasiones llegan hasta estos agrestes accidentes geográficos.

Los puertos también son un reflejo de la esencia de la isla. Sus habitantes siguen viviendo de cara al mar y tienen una especial atracción por el Mediterráneo, que ha supuesto desde siempre una fuente riqueza y no solo un atractivo para los turistas que llegan desde hace años a disfrutar de ellos.

Menorca ofrece muchos alicientes para disfrutar de las vacaciones en familia, en un ambiente más relajado que en otros puntos de Mallorca, porque ofrece muchas actividades pensadas en los pequeños, algo a tener en cuenta en los días en que podemos disfrutar de su compañía. Pero también hay una buena oferta de hoteles «only adults», en los que no hay niños y que permiten disfrutar en pareja o con los amigos de todo lo que la isla de Menorca puede ofrecer en los días de vacaciones, que se pueden convertir en unas jornadas que combinen tranquilidad con el ajetreo propio de las noches de verano.

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