Tres cosas que hacer en Andorra durante el verano
Andorra es uno de los destinos más conocidos y visitados en verano. En invierno recibe a muchos aficionados al esquí, pero en verano también es un destino apreciado y que puede ofrecer muchos atractivos para descubrir. Un pequeño país que tiene mucho para disfrutar de espacios naturales y lugares para visitar. Vamos a hacer un breve repaso de tres actividades que se pueden realizar en Andorra durante los meses de verano.
Conocer su patrimonio histórico
Andorra tiene una gran cantidad de patrimonio artístico y arquitectónico, que llega desde su rica historia. El pequeño país pirenaico está repleto de edificios históricos y religiosos que se pueden visitar para conocer la cultura y el pasado andorrano.
Sobre todo, las iglesias románicas. En total hay 44 iglesias de este estilo arquitectónico que pueden visitarse en distintas poblaciones de Andorra. Alguna de estas son bastante impresionantes y se pueden visitar. La iglesia de Sant Climent, en Pal o la iglesia de Sant Romà, en Les Bons son alguna de las opciones. La más visitada es la primera, en la que se puede hacer una visita guiada que cuesta 5 euros y muestra la historia del edificio y su importancia en la región.
Disfrutar de las actividades en la naturaleza
La naturaleza es el principal valor de Andorra. Está bien hacer unas cuantas compras en Andorra la Vella, pero lo que realmente importa es el contacto con los espacios naturales. Hay varias zonas que en invierno son pistas de esquí pero que en verano se convierten en espacios de actividades estivales.
Paseos a caballo, rutas en bicicleta de montaña, senderismo, rutas de quads y otras actividades para conocer los entornos de los Pirineos forman parte de la oferta natural de Andorra. Una actividad bastante original es el tobogán de algo más de 5 kilómetros que está ubicado en un parque de actividades en Sant Julià de Lòira. Es una especie de montaña rusa que utiliza la gravedad para salvar un desnivel de 400 metros.
Disfrutar de la gastronomía
La cocina andorrana se compone de productos estacionales y de montaña. La carne, el pescado de agua dulce y el producto que se encuentra en la zona montañosa de los Pireneos son fundamentales para crear esos platos típicos que podemos degustar durante las vacaciones de verano en Andorra.
La carne de cerdo, cordero y ternera son fundamentales para la cocina andorrana, que tiene como platos destacados l’escudella, los canelones o distintos platos contundentes para hacer frente a las bajas temperaturas que se registran incluso en los meses de verano.
La gastronomía de Andorra puede ayudar a hacer que la visita a esta pequeña nación entre los Pirineos se convierta en una experiencia muy atractiva que guardemos en el recuerdo.
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