El mate en Argentina (III)

Hoy disfrutaremos de una leyenda que se vincula a la yerba mate y al origen de los guaraníes en la selva paraguaya.

La civilización guaraní vivió en tierras americanas mucho antes de la colonización, se dedicaron al trabajo de la tierra, convirtiéndose en artesanos. Su dios el Paí Shume, que según cuenta la leyenda descendió desde los cielos les trajo los conocimientos religiosos y les explicó algunas prácticas de la agricultura y los beneficios que tenían algunas plantas nativas, entre ellas la yerba mate.

Gracias a esta bebida se aseguraba el mantenimiento de la salud, la vitalidad y la longevidad.

La leyenda se cuenta así: Los guaraníes despejaban parte de la selva, dedicándose a planta mandioca y maíz, pero luego de unos años el suelo se comenzaba a gastar, así que la tribu debía mudarse a otra zona. Cansados de tanto trasladarse un indio anciano se negó a irse y permaneció donde estaba. La más pequeña de sus hijas, la hermosa Jary no sabia que decidió tomar, si partir junto con su tribu o quedarse con su padre. A pesar de los ruegos de los amigos decidió quedarse con el anciano.

Un día, un shaman llegó a su casa y le preguntó a la joven que la haría feliz. La muchaza no se animó a pedirle nada pero su padre pidió fuerzas para seguir y llevar a la hija a la tribu que se había alejado.

Así fue como el shaman le dio una planta verde, aconsejándole que la sembrara, cultivara sus hojas y las secara al fuego, las machacara y las echara en una calabacita. Luego debía echarle agua caliente y debía tomar la infusión. «En esta nueva bebida, encontrará una compañera saludable, aún en las horas tristes de la soledad más cruel.»

Así creció el caá mini, que más tarde comenzó a ser conocida como yerba mate en Argentina, Uruguay y Paraguay. Al tomar la infusión el anciano se recuperó y fue capaz de seguir su camino para encontrarse con su gente.

Vía | Argentina Vuelve
Foto | Flickr – Xocer

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