La Torre de Sidney, panorámicas a 300 metros de altura

En Sidney no son de complicarse mucho la vida en ponerle nombre a las cosas. Así, a su auditorio más famoso lo llaman la Ópera de Sidney, a su puente más famoso lo llaman el Puente de Sidney, y a su torre más alta, pues no era sino de esperar que simplemente la llamaran la Torre de Sidney.

Con más de 300 metros de altura, estamos ante otro de los edificios fácilmente reconocibles en esta ciudad de Australia. Estamos, también, ante uno de los edificios más altos del hemisferio sur, aunque algo lejos de los más de 450 metros que alcanzan las famosas Torres Petronas de Malasia.

Su construcción comenzó en el año 1974 y no sería hasta el año 1981 cuando se acabase y se inaugurase. El conjunto pesa más de dos mil toneladas, contando que cada uno de los cables de acero que la sustentan pesan entre 8 y 10 toneladas cada uno. Y de estos cables tiene algo más de medio centenar.

La torre abre para las visitas todos los días de la semana, sin descanso por festivos a lo largo del año. Hay que pasar previamente por taquilla para acceder a algunas de sus atracciones, y según hasta donde queramos llegar de alto, tendremos que sacar un ticket u otro.

Por ejemplo, la opción más económica es la de subir simplemente al Observatory Deck, un mirador en el que se obtienen unas panorámicas estupendas. Luego está el Skywalk, un paseo sobre un suelo acristalado y transparente, que ciertamente acongoja un poco, pues sobre nuestros pies hacia el suelo hay como 250 metros de distancia.

Más información | The Sidney Tower Eye
Foto | Foto | Flickr – Bradii

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