Eisenstadt, la ciudad de Hierro
Uno de los nueve estados federados de Austria es Burgenland. Y la capital de este estado es una ciudad con una corta población pero con una amplia historia que se remonta a la Edad de Hierro en Europa y cuya cultura se ha extendido por casi todo el país austríaco. Estamos hablando de la ciudad de Eisenstadt o, también conocida, la ciudad de Hierro.
La cultura de Eisenstadt pasa por la Edad de Bronce y la Edad de Hierro europea, siendo reconocida por los diversos hallazgos arqueológicos recogidos en su zona. Desde minas de sal hasta el descubrimiento de cementerios y de técnicas crematorias de la época que le dan ese espíritu cultural histórico a esta localidad.
Gracias a los movimientos de población, la cultura y el comercio se hicieron patentes en la ciudad para dar lugar a un mayor crecimiento en esas áreas. Además, hay que destacar la influencia de la monarquía de los Habsburgo, que tenían su sede en esta ciudad y que el compositor austríaco Joseph Haydn residió bastante tiempo en ella.
El monumento más llamativo de esta población es el Palacio Esterhazy, residencia de los principes del mismo nombre, derivados de la monarquía de los Habsburgo. Este palacio era, originariamente, un castillo gótico (del año 1364) que, unos 300 años después, fue derribado y reconstruido por orden del príncipe, dándole la imagen majestuosa que hoy posee. Una de las estancias más interesantes es la sala Haydn, que comparte la música de este compositor con los estupendos frescos pintados en su techo.
Joseph Haydn fue director de orquesta en este palacio durante algo más de 40 años, desde el año 1761. La influencia de este compositor dio fama y esplendor cultural a la ciudad, la cual tributó este hecho, dando lugar a otros sitios de interés relacionados con él como la Iglesia de Haydn, situada en una montaña, el Mausoleo de Haydn o la casa estilo barroco con el mismo nombre. Finalmente, en el mes de septiembre, un festival de música reune a los mejores intérpretes de su obra en las Jornadas internacionales haydianas.
Otros lugares a destacar son la Orangerie, un amplio y decorado invernadero situado en la Bergstrasse, la Domkirche, una iglesia de estilo gótico tardío, el Ayuntamiento o Rathaus o los cementerios judíos de la ciudad, siguiendo todas las tradiciones de estilo judío para honorar a los muertos.
A nivel de museos, no debemos dejar de visitar el Museo de Haydn, dedicado al compositor, el Museo Regional o Landensmuseum, el Museo Judío, con una antiguedad de más de 250 años, o el curioso Feuerwerhmuseum o Museo de los Bomberos, donde se puede contemplar la historia del cuerpo de bomberos de la ciudad representada, entre otras cosas, por vehículos utilizados que datan de 1930.
Y para poder adquirir los souvenirs típicos a enseñar a nuestros familiares y amigos, nada mejor que un paseo por el casco antiguo de la ciudad, donde se puede visionar, también, monumentos que forman parte de su patrimonio artístico. No sin antes, haber disfrutado de la comida y bebida típica austríaca en las tradicionales tabernas denominadas Heurigen, que se encuentran en los barrios de Saint Georgen y Kleinhöflein. Puedes visitar Rumbo en Facebook para organizar tu viaje.
Vía | austria.info
Foto | flickr-Karen V Bryan