Las abadías de la cerveza trapense en Bélgica

Las abadías de la cerveza trapense en Bélgica

Escrito por: Xavi    25 abril 2018    4 minutos

Acompáñanos por esta ruta a través de Bégica para conocer las abadías de este país en las que se elabora la auténtica cerveza trapense.

Hay un tipo de cerveza llamado trapense que es muy particular: se trata de una cerveza de abadía, pero no de cualquier abadía, sino de las que están llevadas por la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia. Para ser una cerveza trapense y tener el sello oficial se debe cumplir una serie de requisitos, siendo los más importantes el que se elabore dentro de los muros de la abadía y bajo supervisión monástica.

Así las cosas, apenas hay una decena de lugares en el mundo donde se elabore, de forma más o menos oficiosa, cerveza trapense. Y seis de esos lugares están en uno de los países de la cerveza: Bélgica. Así pues, ahora te vamos a pedir que nos acompañes en este viaje por las abadías de la cerveza trapense en Bélgica.

Abadía de Notre Dame de Saint Remy, en Rochefort

En la ciudad de Rochefort, que nada tiene que ver con el queso francés, se encuentra esta abadía que tiene su origen en el siglo XIII, y que desde mediados del siglo XVI ya contaba con su propia fábrica de cerveza. A partir de 1952 fue cuando comenzaron a comercializar a alto nivel su marca de cerveza, llamada Rochefort, y a abrir su monasterio a las visitas.

En la abadía de Westmalle se elabora auténtica cerveza trapense

Abadía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Westmalle

Westmalle es un pueblo cercano a Amberes donde podemos degustar la cerveza trapense del mismo nombre. Esta se elabora dentro de los muros de un monasterio fundado a finales del siglo XVIII y que en el año 1836 estrenaba su pequeña cervecería, primero para abastecer al monasterio, luego para dar servicio a la población y ya en la actualidad al mundo entero. La abadía y su fábrica cervecera son una muy bonita visita, pues cuenta con un importante patrimonio artístico.

Abadía de San Sixto, en Westvleteren

En esta abadía que se fundó en el siglo XIX se elabora la cerveza Westvleteren, nombre que se toma de la población en la que está el monasterio. Esta no es precisamente la marca más conocida de cerveza trapense, y tiene una explicación muy sencilla: no se vende más allá de los muros del monasterio. Es una comunidad pequeña y con una producción pequeña, por lo que para degustarla hay que ir hasta las mismísimas puertas de la abadía, y con previa reserva.

Abadía de Nuestra Señora de Scourmont, en Chimay

Chimay, en cambio, es una marca mucho más conocida, pues se puede encontrar hoy día en casi cualquier gran centro comercial en España, y fue la primera en señalar su categoría de trapense en sus etiquetas. La cerveza se elabora en un monasterio que nació en el siglo XIX, aunque debido al alto volumen de producción se tiene que embotellar y distribuir en una planta anexa.

Achel es una de las cervezas trapenses de Bélgica

Abadía de San Benito, en Achel

La cerveza Achel se produce en la ciudad del mismo nombre y dentro de los muros de la Abadía de San Benito. El origen de esta abadía está en el siglo XVII, poco después y a raíz de que se acabaran las guerras que España libraba en Flandes, aunque el monasterio actual es una reconstrucción de después de la Segunda Guerra Mundial y la fábrica de cerveza, y la marca, nacen en el año 1998.

Abadía de Notre Dame, en Orval

La abadía que se encuentra en Villers-devant-Orval y en la que se elabora la cerveza de marca Orval comienza su historia nada menos que en el siglo XI, aunque los trapenses no llegaron hasta varios siglos más tarde. Aunque la tradición cervecera es grande, la fábrica no se instala hasta el año 1931 y hay que señalar que, si bien es fácil e interesante visitar la abadía (destacando sus restos medievales), no es nada fácil visitar la fábrica de cerveza ya que solo abre un par de días al año.

Foto 1 | Flickr – Bernt Rostad
Foto 2 | Flickr – Lhoon
Foto 3 | Flickr – Adam Barhan

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