Carbonada flamenca, un plato muy para el invierno
En estos meses de invierno, el cuerpo nos pide a la hora de comer guisos, platos calentitos de cuchareo. Y más, si estamos en un país como Bélgica, donde el frío y la lluvia no nos suele abandonar en estos meses y nos dejas pocos días de sol en los que calentarnos.
Así pues, vamos a conocer ahora un plato propio de estas fechas (aunque se pueda comer durante todo el año) y propio de la gastronomía belga (aunque se pueda comer en muchos sitios): la carbonada flamenca. Flamenca, porque es típico de la región de Flandes, lógicamente, y carbonada, porque se hace en un fogón de leña durante varias horas, hasta que los maderos quedan completamente carbonizados.
Hoy día, no es necesario un fogón antiguo para cocinar este rico estofado, que tiene como particularidad un ingrediente muy belga: la cerveza. La cerveza, negra y belga a ser posible, es parte fundamental de este plato, ya que lo ideal es que la carne que va a usar en él, normalmente carrillada o carne para estofado procedente de buey o ternera (eso ya, al gusto de cada cual), se deje macerar en cerveza antes de preparar el plato, durante varias horas hasta que absorba todo el sabor.
Sólo de esta manera, macerando la carne y luego cocinándola a fuego lento, se obtiene la verdadera carbonada flamenca, que aparte va condimentada con otros ingredientes como cebolla, laurel, harina y mostaza, para la salsa. Con eso, con una cerveza y un plato de las típicas patatas fritas, no hay temperaturas bajas que os afecten en vuestro paseo turístico por Bélgica.
Foto | Flickr – Sophie
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