El Palacio de la Justicia de Bruselas, uno de los edificios más grandes del mundo

Toda obra, por muy pequeña que sea, al final acaba yéndose siempre por encima de lo presupuestado. Es normal, dentro de lo que cabe. Ahora, eso sí, si al final de dicha obra nos cuesta todo alrededor de 10 veces más de lo que estaba previsto, entonces hay que reconocer que se nos ha ido bastante la mano.

Algo parecido a esto le ocurrió en el siglo XIX en Bruselas a quienes construyeron el Palacio de Justicia. Se supone que debían levantar un edificio civil normal y, oye, la cosa se complicó un poco y acabaron construyendo uno de los edificios más grandes del mundo, que durante años ostentó oficialmente esa condición. Y claro, los costes se multiplicaron exageradamente.

Y es que todo es exagerado en este Palacio de Justicia. Es un edificio enorme por fuera, que por su ubicación además se ve prácticamente casi desde cualquier punto, pero la sensación todavía se acrecienta más aún cuando se está dentro, con amplias naves y techos altísimos, que en algunos casos alcanzan casi los 100 metros de altura.

En total, ocupa una superficie de alrededor de 6 mil metros cuadrados, que además se puede visitar gratuitamente. Ciertamente, merece la pena porque no sólo se trata de un edificio grande, enorme, sino que también es un edificio muy bonito, lleno de detalles y con mucha mística, hasta el punto que muchos arquitectos se fijaron en él para construcciones por todo el mundo.

Otro motivo para visitar este Palacio de Justicia es el lugar donde está, la Plaza Poelaert. Para llegar hasta aquí, la forma más típica es usando un ascensor exterior, el Elevador de Marolles, y una vez en la plaza, las vistas panorámicas sobre Bruselas son bastante bonitas, de lo mejorcito en este sentido.

Foto | Wikimedia Commons – Romainberth

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