El Puente de San Bonifacio, un rincón de Brujas
En una ciudad de la belleza de Brujas se podría decir que una cantidad ingente de lugares y rincones evocadores, románticos si cabe, de los que despiertan irremediablemente algún tipo de sentimiento … Hoy nos vamos a detener unos segundos en uno de esos rincones mágicos de la ciudad: el Puente de San Bonifacio.
Detenerse durante unos segundos, o minutos, sobre un puente sobre el canal de alguna ciudad belga es algo casi obligado, y más si las vistas o lo que nos rodea se parece a lo que encontrarás subido en este vetusto puente de San Bonifacio, o Bonifaciusbrug dicho en neerlandés. Eso sí, por muy viejo que parezca, que parece que tiene cientos de años, apenas ha cumplido un siglo de vida.
Desde ese pequeño puente se puede ver como desde ningún otro sitio la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora y también se puede contemplar la fachada del Palacio de Gruuthuse. Aparte de tirar algunas fotos, puedes jugar a encontrar la ventana gótica más pequeña de todo Bélgica, que se encuentra precisamente en la fachada trasera del palacio.
Junto al puente encontrará un busto de Juan Luis Vives. Se trata de una famoso filósofo y humanista español, nacido en Valencia en 1492, pero que vivió en Brujas durante varios periodos de su vida, escribiendo aquí algunas de sus obras y tratados más famosos.
Desde el puente hasta el parque de Arentshof, un lugar tan tétrico pero a la vez tan romántico como el Minnewater, tan sólo hay unos pasos. Aunque para desplazarte, puedes alquilar una embarcación en algún muelle cercano o bien montarte en uno de los coches de caballos que esperan por la zona, para pasear repiqueteando por el suelo de piedra a los turistas.
Foto | Flickr – Dymphieh
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