La mona de Mons y la tradición de tocar su cabeza

Escrito por: Xavi    9 septiembre 2012    2 minutos

No hace mucho que os hablábamos de Mons, una gran ciudad de la región de Valonia y con grandes lugares de interés para visitar, como por ejemplo su campanario que está nada menos que declarado como Patrimonio de la Humanidad.

En aquel momento nos dejamos atrás un monumento mucho menos notorio que ese gran campanario, pero que también es otro símbolo de esta preciosa ciudad belga. Responde al nombre de Sing du Grand Garde y se trata de una pequeña estatuilla, tan pequeña como el famoso Manneken Pis de Bruselas, que representa a una mona. Se encuentra en uno de los edificios más conocidos de la ciudad, el Hotel de Ville o Ayuntamiento, en plena Grand Place, corazón de la ciudad.

Tarde o temprano, tendrás que acercarte por este lugar y cumplir la tradición de tocarle la cabeza a la mona, una cabeza ya desgastada por la cantidad de manos, tanto de turistas como de paisanos, que llevan pasando por ella desde que está ahí. Cosa que, por cierto, no está del todo claro, pues tanto el origen de la estatua como el de esta tradición o costumbre no está nada claro.

Dicen que el pasar la mano por la cabeza de la mano trae suerte. Otros dicen que hay que pedir un deseo cuando se hace y otros creen que pasar la mano por la cabeza significa una promesa de volver a la ciudad. La teoría más tradicional es la de que ayuda a encontrar marido en menos de un año, o que ayuda a tener hijos a los recién casados.

Seas supersticioso o no, la verdad es que un paseo por Mons sin tocar la cabeza de la mona es un paseo incompleto. Ya lo que desees es cosa tuya.

Foto | Flickr – Ines Saraiva

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