Los mejores gofres son los de Bélgica

Los principales encantos gastronómicos de Bélgica son la cerveza y el chocolate, pero no los únicos claro está. Si hablamos de pastelería y repostería, este país puede presumir de haber inventado, por así decirlo, uno de los dulces más famosos en el mundo entero, los gofres.

Gofres, o según la región en la que estemos, gaufres en francés o wafel o waffel, en neerlandés. Esa masa que tiene forma de rejilla, que se come calentita y acompañada de helado, chocolate, nata … ¿Quién no se ha comido algún gofre recién hecho en una feria o verbena? Pues ahora cuando lo hagáis recordaréis que estáis comiendo un dulce que proviene de Bélgica, y que ya se preparaba en la Edad Media. Toma si tienen historia.

En Bélgica se distinguen dos tipos de gofres, los de Bruselas y los de Lieja, aunque si os soy sincero, a mí me cuesta diferenciarlos. Eso sí, donde sí se notan realmente las diferencias es con los gofres que puedes comer en España por ejemplo. Y es que la expansión de los gofres a nivel mundial no sucedió hasta que no pusieron de moda en los Estados Unidos, allá en los 50, y la receta es algo diferente, así que varia todo.

Por eso, en tu viaje a Bélgica tendrás que olvidarte un poco de mantener la línea y probar un gofre. Aquí no sólo se sirven para merendar, por ejemplo, sino que también se toma como postre, después de almorzar y cenar, y la mejor forma de tomarlo es con mucho chocolate y con fruta por encima. Esta es una forma común de comerlo, pero se puede acompañar de otras muchas formas.

Así que no lo dudes, cuando pasees por el corazón de las ciudades belgas y encuentres un puesto callejero con ricos y sabrosos gofres recién hechos. Que ya quemarás luego las calorías pateando la ciudad.

Foto | Jacques Renier

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