Los tres mercados callejeros más populares de Bruselas

Bruselas es una ciudad en la que se pueden encontrar varios mercadillos bastante originales. Como mínimo, se trata de una ciudad donde se puede encontrar un ambiente puramente europeo, muy tradicional y con muchos siglos de antigüedad. Por eso, hay que dedicar al menos un día para visitar alguno de estos lugares donde no solo se puede encontrar el típico souvenir, sino que puede ayudar a sumergirse en el ambiente local de la ciudad. Veamos alguno de estos mercadillos en Bruselas.

Mercadillo de la Place du Jeu de Balle

Este mercadillo se creó en el año 1919, así que se trata de una propuesta que se conoce también como «El mercado antiguo de Bruselas«. Es un gran mercado de pulgas, donde muchos vendedores ofrecen productos de sus hogares, por lo que podremos encontrar muchos objetos antiguos y usados. Lo bueno de esto es que podemos encontrar muchos chollos y los vendedores se prestan al regateo. A medida que pasa el día, están más dispuestos a ofrecer mejores precios y es algo que se puede tener en cuenta. Está ubicado en el barrio de Marolles, concretamente en la Place du Jeu de Balle. Abre todos los días de 7 de la mañana hasta las dos de la tarde.

Mercado de Flores de la Grand Place

La plaza más popular de Bruselas acoge este gran mercado de flores y plantas ornamentales. Está montado los martes, miércoles, viernes, sábados y domingos de 08:00-18:00 horas. Esta plaza, que es la más céntrica, conocida y visitada de la ciudad se llena de flores que ofrecen una imagen realmente vistosa y colorida, casi como cuando se viste con la alfombra de flores cada dos años.

Mercado del Midi

Este es posiblemente el mercado de segunda mano más conocido de Bruselas. Está ubicado cerca de Gare du Midi y está considerado como uno de los mercados de pulgas más grandes de Europa. En él se puede encontrar prácticamente de todo y a cualquier precio, desde auténticos chollos a cosas que pueden resultar excesivamente caras, en comparación. Desde cacharros de cocina, electrodomésticos, muebles, hasta especias, verduras y productos ecológicos, pasando por bicicletas o artículos de decoración.

Se trata del más conocido de la ciudad, por lo que se llena muy pronto y es complicado pasear por él. No es solo para turistas, ya que muchos vecinos de la capital aprovechan el mercado para hacer la compra semanal. Abre los domingos, de seis de la mañana a las dos de la tarde y también se puede comer allí, por lo que resulta uno de los más completos que se pueden encontrar en la capital belga.

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