Lugares únicos para disfrutar del otoño por Bélgica
Bélgica, con su mezcla de ciudades históricas, paisajes encantadores y festividades acogedoras, se transforma en un destino de ensueño durante el otoño e invierno. Desde mercados navideños brillantes hasta paisajes teñidos de tonos cálidos, el país ofrece experiencias inolvidables para quienes buscan un viaje lleno de magia. Aquí te presentamos los lugares más encantadores que no puedes perderte de Bélgica.
Brujas, conocida como la «Venecia del Norte», se vuelve aún más mágica en otoño e invierno. Sus canales reflejan los colores dorados de las hojas caídas, mientras sus calles empedradas y casas góticas adquieren un aire nostálgico. Es interesante descubrir sus rincones como la Plaza Mayor o dar un paseo en barco, que suelen ser opciones ideales para las parejas que llegan por primera vez.
Gante combina un rico pasado histórico con una vibrante atmósfera moderna. En otoño, sus parques y plazas se llenan de colores cálidos, mientras que en invierno, las luces decorativas convierten la ciudad en un espectáculo brillante. Es interesante darse un paseo por esta ciudad y conocer el Puente de San Miguel, el Castillo de los Condes, entre otras grandes experiencias.
La capital belga es un destino imprescindible durante el otoño e invierno. Sus avenidas arboladas y plazas históricas adquieren un ambiente cálido y acogedor. Se acerca la Navidad y con ella vamos a poder disfrutar con el mejor ambiente, el Mercado de Navidad, entre otras opciones. Descubrir el Atomium es una de las alternativas indispensables para descubrir lo mejor de Bélgica.
En el corazón de las Ardenas, Durbuy es un pueblo pintoresco que parece salido de un cuento. Durante el otoño, sus alrededores se llenan de bosques dorados, y en invierno, se transforma en un refugio acogedor con decoraciones festivas. Durante la estancia vamos a poder descubrir sus rincones naturales, conocer de primera mano lo mejor de la gastronomía, además de comprar algunas artesanías típicas.
Lovaina es conocida por su ambiente joven y su impresionante arquitectura. Durante el otoño, los estudiantes llenan la ciudad de energía, mientras que en invierno, sus plazas se transforman con mercados navideños. Se puede acceder a la gran Biblioteca Universitaria junto a su torre, además del barrio histórico conocido como Groot Begijnhof.