Mejillones con patatas fritas, una comida de a diario
Os hemos hablado de la cerveza y el chocolate y de tartas o dulces tan típicos como los gofres, pero ¿qué es lo que come habitualmente un ciudadano belga, o qué es lo que le gustaría comer? No sé a ciencia cierta si esto de lo que os hablo ahora se come muy a menudo en los hogares belgas, pero sé de buena tinta que es un plato común, de a diario, de los que no faltan en los restaurantes.
Son los mejillones, un manjar muy típico de Bélgica y que poco a poco se ha ido adentrado en Francia, convirtiéndose también un plato popular. Tal es el fervor que siente Bélgica por el mejillón que este país es el mayor consumidor mundial de este producto. Y es que si bien en Bélgica gustan de la buena cocina y hay muy buenos y famosos restaurantes, la mayoría de los belgas son prácticos y lo que quieren es comer rápido.
Y una ración de mejillones es algo que se prepara bastante rápido, ya que la elaboración es simple. Los mejillones normalmente se presentan sólo cocidos al vapor, aunque hay lugares en los que te los presentan regados en vino blanco, con guarnición de verdura … Lo que no falta nunca como acompañamiento es una ración de patatas fritas, y lo que no debe faltar es una buena y nutritiva cerveza belga.
Es una mezcla esta de los mejillones y los patatas fritas un poco extraña para los españoles, que no estamos acostumbrados a mezclarlos. Sin embargo, en Bélgica es de lo más común, así que no dudes en pedir alguna vez una ración de moules frites porque vas a comer rápido, bien, y además barato incluso en las zonas más turísticas, ya que con una ración (1 kg. de mejillones más o menos) es suficiente para dos personas.
Foto | Flickr – Unorthodoxy