Ciudades de Brasil que son Patrimonio de la Humanidad

La lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco contiene más de mil sitios. La lista por países la encabeza a nivel mundial Italia, con más de 50 sitios inscritos, y entre los top mundial y como número uno en Sudamérica tenemos a Brasil, con una veintena de sitios.

Ahora en Por Conocer te vamos a dar a conocer las ciudades Patrimonio de la Humanidad que hay en Brasil.

Brasilia

La capital del país es una ciudad que se creó en la década de los 50 precisamente para ser capital del país. Lucio Costa como urbanista y Oscar Nienmeyer como arquitecto son los dos nombres propios en el diseño de esta ciudad que, en 1987, se ganó su entrada en la lista del Patrimonio de la Humanidad precisamente por eso, por el concepto armonioso y simétrico de la ciudad.

Olinda

Olinda es una ciudad fundada por los portugueses en el siglo XVI, desde donde la que exportaban azúcar, y está considerada como una de las capitales culturas de Brasil. Como ciudad próspera que fue, tiene un rico patrimonio arquitectónico que le valió su reconocimiento en el 1982. Destaca por encima de todo su patrimonio religioso, con una veintena de iglesias barrocas en la que destaca su Catedral.

Salvador de Bahia

Desde el año 1985, el centro histórico de la ciudad de Salvador de Bahía es Patrimonio de la Humanidad. La UNESCO reconoció a la que fue la primera capital de Brasil gracias a que conserva muchos edificios coloniales pintadas de colores. El centro histórico es con el nombre de Pelourinho, el mismo nombre de la columna o picota en la que se castigaban a los esclavos.

Diamantina

Esos buscadores de oro y diamantes que a veces ves en las películas existieron de verdad, y prueba de ello es la ciudad de Diamantina. En el siglo XVIII era solo una pequeña aldea que crece y se gana el calificativo de ciudad y su nombre propio gracias a los diamantes que había en ella. A pesar de su emplazamiento en una zona muy escarpada, su centro histórico destaca por su arquitectura colonial y eso le hizo acreedora de la categoría de Patrimonio de la Humanidad en el año 1999.

Goias

En el año 2001 se sumó a la lista el centro histórico de la ciudad de Goias. Fundada en el siglo XVIII en el interior de Brasil también por cazafortunas que iban en busca de oro, su arquitectura es modesta, pero representan un perfecto ejemplo de la arquitectura minera porque su centro histórico prácticamente mantiene su aspecto original, una ciudad que se adapta a la complicada orografía, con calles de piedra y edificios pintados de blanco.

Sao Luis

En la coste nordeste de Brasil, capital del estado de Marnhao, se encuentra la ciudad de San Luis, una ciudad fundada por los franceses aunque pronto pasó a manos portuguesas. El comercio de materias primas, entre ellas el algodón, proporcionó riqueza durante los siglos XVIII y XIX, lo que ha dejado un centro histórico que mereció, en el año 1997, el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Rio de Janeiro

La ciudad de Rio de Janeiro no necesita presentación y seguramente no te sorprenderá el que esté en esta lista. Si bien, Rio fue considerada Patrimonio de la Humanidad en el año 2012 no tanto por su urbanismo o su arquitectura, sino por lo que supone a nivel artístico y cultural para Brasil y por el entorno en el que se encuentra, en el que destacamos la bahía de Copacabana o la montaña del Corcovado y su famoso Cristo.

Ouro Preto

Ouro Preto, que en castellano se traduce «oro negro», es otra de esas ciudades del interior de Brasil fundada por los bandeirantes, el nombre con el que se conocía a los buscadores de oro. El centro histórico de esta ciudad, en la que destacan principalmente varias iglesias, tiene el honor de ser el primero de todos los sitios que el país sudamericano tiene ahora dentro del Patrimonio de la Humanidad, pues recibió tal honor en el año 1980.

Paraty

El último sitio brasileño en ser Patrimonio de la Humanidad, a fecha de 2020, es el que conforman Ilha Grande y Paraty. En esta inscripción se aúnan varias zonas naturales protegidas así como la ciudad de Paraty, que se conserva tal y como era en los siglos XVIII y XIX. Por aquel entonces, Paraty era el puerto de salida hacia Europa de casi todo el oro que salía del interior, así como también de la mano de obra esclava que trabajaba en las minas.

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Foto 2 | Flickr – Cleide Isabel
Foto 3 | Flickr – Boris Kasimov

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