El puente de cristal de Hongyagu, solo apto para los más valientes
Los turistas chinos disfrutan con las emociones límite y por eso son muy aficionados a los puentes de cristal. Se trata de construcciones que unen las dos partes de alguno de los grandes cañones que se abren en muchas provincias del país. En el parque natural de Hongyagu se acaba de inaugurar el que se ha convertido en el más grande de todos esos largos y emocionantes puentes con suelo de cristal, que en solo unas semanas se ha convertido en una de las grandes atracciones de la provincia de Hebei.
Este puente une los dos acantilados que forman esta profunda garganta, separados por 488 metros y a una altura de 218 metros sobre el fondo. El suelo está formado por 1.077 placas de vidrio, que permite a los osados que se atreven a caminar sobre ellas sentir que caminan sobre el vacío y que retan a la gravedad. No es un trayecto para los que sufren vértigo, porque las vistas son realmente espectaculares desde él.
Para tranquilidad de los viandantes, los datos que ofrecen los fabricantes de esta atracción turística son bastante interesantes. El puente puede resistir el paso de unas 2.000 personas al mismo tiempo, resiste vientos de huracanes de fuerza 12, el máximo que utiliza la escala estándar internacional y terremotos de hasta 6 grados. Por seguridad, solo se pueden registrar 600 personas al mismo tiempo, una cifra muy lejos de las 2.000 que ya podrían comenzar a representar un riesgo.
Este es uno de los 60 puentes de cristal que hay en China y el más largo de todos ellos. Los chinos son muy aficionados a este tipo de instalaciones, pensadas más que nada para convertirse en una atracción turística. Además de las emociones que tienen por sí mismos, los chinos trabajan para hacerlos todavía más intensos. Por ejemplo, en otro de los puentes de cristal que se encuentran en China se ha instalado un sistema que simula la aparición de grietas en las placas de vidrio, mediante el uso de efectos especiales visuales y sonoros, creando la sensación de que se está rompiendo.
Todo, para que la emoción sea más intensa y el pasar de un lado al otro de estos cañones y gargantas sea mucho más emocionante que el simple hecho de dejarse mecer por la fuerza del viento cuando este sopla más de lo normal. Eso sí, dicen que la seguridad está garantizada y que se puede recorrer sin miedo… aunque si se tiene vértigo, es mejor no hacerlo. O, al menos, no mirar hacia abajo.
Fotos | Youtube