Las tradiciones de fin de año por todo el mundo
Llega la noche en que despedimos el año 2016 y todos tenemos listas las doce uvas para dar la bienvenida al 2017 con la mejor suerte del mundo. Bajo el vestido o el traje llevamos esa ropa interior de color rojo para que no se tuerza nada y el cava ya está fresquito para brindar con alegría. Pero eso es algo que sucede solo en España, ya que en otros lugares del mundo se celebra la entrada del año nuevo con otras tradiciones.
En nuestro propio país se cambia la tradición y en Castellón, por ejemplo, se comen 12 gajos de mandarina, ya que es la fruta más común en la zona. Otros cambian las uvas por aceitunas, frutos secos… Lo importante es que se coman doce, uno por cada campanada.
En Estados Unidos, por ejemplo, se cambian las doce uvas por un largo beso a la pareja al finalizar las campanadas. No hacerlo, claro, ofrece al que lo incumple doce meses de soledad y serias complicaciones para encontrar una pareja con quien cumplir la tradición el próximo fin de año.
Los italianos despiden el año con un buen plato de lentejas. Esta legumbre se convierte en la estrella de la cena de fin de año y permite que los que disfruten de este manjar le den la bienvenida con suerte, riqueza y fortuna. Esta tradición es mucho más antigua que nuestras uvas, ya que proviene de la época de los romanos y que ha quedado escrita en la historia italiana.
Los daneses aprovechan para cambiar la vajilla, ya que la tradición es romper, al menos, una pieza de la misma a las doce de la noche. Algunos incluso rompen esa pieza en la puerta de unos familiares o amigos para desearles buena suerte y fortuna durante los próximos años.
Además, muchos deciden dar la bienvenida al 2017 desde lo alto de una silla y saltar para contar con un buen año. Otra tradición que llega desde un tiempo anterior y que es muy popular en Dinamarca.
En Noruega se celebra la noche de fin de año con aguardiente y la cena está compuesta, entre otras cosas, por gachas de arroz, que ocultan una almendra. Quien la encuentre, como ocurre con nuestro roscón, tendrá un año repleto de buena suerte.
En Escocia se celebra el Hongmaday, en el que se queman barriles para escenificar la quema de obstáculos para el año nuevo. Además, el año viene marcado por la apariencia de la primera persona que cruza la puerta donde se recibe el año, así que todos esperan ver a una persona agraciada.
En Filipinas se recibe el año con un vestido o traje de lunares, mientras que en Inglaterra hay que ser el primero en visitar a los familiares y amigos, siempre con un obsequio para recibir, a cambio la buena suerte que no falta en ninguno de estos rituales.
Con estas tradiciones, y muchas más, se despide un año y se da la bienvenida al nuevo, cargados todos con buenos propositos y listos para afrontar los retos que se presentan ante nosotros.
Foto 1 | Jesús Pérez Pacheco – Flickr
Foto 2 | Mercedes P – Flickr
Foto 3 | Robbie Shade – Flickr
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