El Capitolio de La Habana
Ahora vamos a conocer uno de los lugares más famosos de la capital de Cuba, La Habana. Se trata del Capitolio Nacional, un edificio que está considerado como uno de los mejores palacios del mundo y que es una de las visitas más populares para todos los que dedican unos días a conocer esta ciudad.
El Capitolio cubano se inaugura en 1929 para ser la nueva sede del gobierno del país
El proyecto para construir este Capitolio surgió sobre los años veinte. El entonces gobernador de Cuba, el general Gerardo Machado, decidió que había que construir un edificio para albergar la sexta edición de la Conferencia Internacional Panamericana, y que posteriormente diera cobijo a las principales instituciones gubernamentales del país.
Así fue como nació este palacio, calcado prácticamente al Capitolio de Washington, en cuyo proyecto trabajaron varios arquitectos, teniendo un papel destacado el urbanista y paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier, creador en España de rincones como el Parque de María Luisa en Sevilla o el primer proyecto urbanístico en la montaña de Montjuic, en Barcelona. Se dice también que en la construcción de este Capitolio participaron sobre cinco mil trabajadores.
Inaugurado poco antes del crack del 29, el edificio no fue visto con buenos ojos por casi nadie. Se trataba de un dispendio económico poco adecuado para la época (nada menos que 17 millones de pesos de los de entonces) que dejaban a las claras que Cuba vivía en una especie de realidad paralela.
El edificio ha sido restaurado recientemente, recuperando el encanto que lo llevó a ser uno de los principales atractivos de La Habana
Tras la Revolución, el Capitolio perdió importancia y albergó ministerios menores, perdiendo con ello también parte de su encanto. Sin embargo, nunca pasó desapercibido para los visitantes de La Habana, convirtiéndose en uno de sus mayores atractivos turísticos, de manera que en los últimos años ha sido sometido a un proceso de restauración y embellecimiento, recobrando su lustre e incluso parte de la actividad perdida.
Situado en el Paseo del Prado, nada más cruzar sus puertas los visitantes se encuentran con una estatua dedicada a la República. De entre sus muchas estancias, la más famosa y monumental es el llamado Salón de los Pasos Perdidos, si bien, el punto más famoso y buscado está justo debajo de la gran cúpula. Se trata del kilómetro cero de Cuba, señalado por una estrella que guarda y protege un diamante que fue del último zar de Rusia. O mejor dicho, su réplica, pues así se hizo por seguridad, aunque del original ahora se desconozca su paradero.
El Capitolio de La Habana abre para las visitas entre las 9:00 y las 20:00 horas. El precio de la entrada es de 3 pesos, que al cambio viene a ser sobre 2’70 euros, según los valores del mercado en ese momento.
Foto | Flickr – Phil Bartle