Alojarse en un convento, una experiencia relajante para olvidarse del mundo exterior

Alojarse en un convento, una experiencia relajante para olvidarse del mundo exterior

Escrito por: Victor Alós    18 febrero 2018    2 minutos

En toda Europa hay algunos conventos y monasterios donde se puede reservar un alojamiento para disfrutar de unas vacaciones relajantes y sin distracciones

Aunque no se trata de una modalidad de vacaciones muy conocida ni que se suela utilizar mucho, es algo que se ha de tener en cuenta. Y es que alojarse en un monanesterio, un convento o una hospedería que dependa de uno de ellos es todo un placer para los sentidos. Entre otras cosas, porque estos establecimientos no suelen tener televisión ni conexión WiFi, algo que va a venir muy bien para relajarse y olvidarse del mundo exterior. Al menos, en parte.

Hay alrededor de 600 establecimientos de este tipo, la mayoría en funcionamiento y con una comunidad religiosa viviendo y realizando sus actividades en ellos. Las personas que eligen hospedarse en estos lugares pueden optar a compartir con ellos los servicios diarios y llevar una vida tal y como lo hacen ellos, con sencillez y recogimiento. No están obligados a ello, pero desde luego, el ambiente relajado de estos lugares se puede convertir en un buen modo de desconexión del resto del mundo.

Las personas que escogen estos alojamientos no tienen por qué ir buscando el turismo religioso, sino más bien un espacio donde estar más relajado y sin estrés. Las habitaciones normalmente son pequeñas celdas que cuentan solo con lo más indispensable y en muchos de estos monasterios y conventos carecen incluso de televisión, permitiendo que el huésped pueda disfrutar de una tranquilidad absoluta. Por supuesto, el Wifi también brilla por su ausencia, aunque se puede utilizar el teléfono móvil, siempre y cuando su uso no entre en conflicto con las reglas internas del establecimiento.

Muchos de estos monasterios y conventos que reciben a huéspedes invitan a estos a hacerse la cama y mantener la celda en condiciones, por lo que las vacaciones pueden convertirse en algo realmente diferente. Además, dada la condición monacal de estos alojamientos, algunos no permiten la presencia de mujeres, así que hay que mirar bien las condiciones que se estipulan para no llevarse sorpresas.

En algunos casos, los conventos se han reconvertido, en su totalidad o en parte, en hoteles algo más convencionales, aunque tiene la característica de contar con ese espacio centenario como lugar para hospedarse. Otra de sus ventajas es que suelen estar enclavados en lugares donde hay bastantes puntos de interés turístico y se pueden realizar visitas muy interesantes. Se trata de una interesante manera de pasar las vacaciones, que pueden resultar bastante más económicas que en otro tipo de alojamientos.

Como he comentado, hay varios de estos establecimientos repartidos por toda la geografía española e incluso por toda Europa, así que las posibilidades son bastante extensas. ¿Qué te parece esta manera de pasar las vacaciones, en un ambiente muy tranquilo y relajante?

Imágenes | Pixabay y Flickr

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