Los restaurantes centenarios de Madrid, un patrimonio cultural y gastronómico
Madrid cuenta con doce restaurantes y tabernas con más de 100 años de antigüedad que han sido testigos de importantes cambios en la sociedad y cultura madrileña
Probablemente te hayas preguntado varias veces cómo es que en Madrid es muy típico contar con platos típicos más propios de poblaciones costeras. El besugo en Navidad, por ejemplo, es un buen ejemplo de ello. Pero si hay algo que es muy típico y tradicional de Madrid, que se ha de degustar sin falta si te acercas hasta Madrid, es el bocadillo de calamares. Este bocadillo es muy popular y hay muchos bares donde se puede pedir y disfrutar.
El origen de estos platos con pescado es muy antiguo. Hasta finales del siglo XX había una imposición de la iglesia para no comer carne en varias épocas del año, así que hacía falta contar con pescado para poder comer en esos días señalados. El pescado viajaba desde el Cantábrico por una ruta en la que se habían construido neveras que almacenaban la nieve del invierno. Gracias a estas neveras se mantenía el pescado fresco y en condiciones.
Con la llegada del ferrocarril, se mejoró el transporte y aunque no era un medio muy rápido al principio, sí que era más práctico que el transporte en mulas y otras caballerías. El pescado en salazón o en otros medios de conservación era bastante popular. Y a principios del siglo XX comenzó a llegar el calamar.
Era un producto del mar que resistía bien el trayecto hasta la capital, tenía bastantes nutrientes y era fácil de elaborar. Carece de espinas y se puede freir, asi que era fácil de preparar y sobre todo, resultaba un producto económico que se podía cocinar en cualquier lugar.
En la década de 1950 ya se había convertido en un plato típico de Madrid y la Plaza Mayor se convirtió en un lugar de peregrinaje para conseguir degustar uno de estos bocadillos de calamares fritos. Poco a poco, fue convirtiéndose en un bocadillo muy popular para trabajadores y estudiantes.
Hoy, se ha convertido en un indispensable en la gastronomía de Madrid. Una manera de saciar el hambre de manera económica, sencilla y muy accesible. Raro es que el visitante no se anime a probar este bocadillo en su estancia en Madrid, aunque no se trate de algo muy especial ni remarcable. El bocadillo de calamares es parte de una tradición gastronómica que está unida para siempre a Madrid.
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