Calpe, una escapada de Semana Santa a los pies del Peñón de Ifach
En el Norte de la provincia de Alicante nos encontramos con Calpe, una ciudad pensada para el turismo, que esconde rincones realmente espectaculares. Una zona de playa que cada año cobra mayor protagonismo como destino turístico en la Comunidad Valenciana, ya que tiene uno de los puntos únicos, no solo en la región alicantina, sino probablemente en todo el país. El Peñón de Ifach es una formación rocosa que se adentra en el mar y que resulta ser uno de los principales atractivos naturales y turísticos de la población.
Una de las cosas que se pueden hacer en esta población alicantina es, precisamente, subir hasta la parte más alta del peñón. Desde allí se puede obtener una vista espectacular de la costa, e incluso, cuando el cielo está muy despejado, de puede ver en el horizonte la isla de Ibiza, aunque las condiciones climáticas han de ser muy nítidas para conseguir verla. Hay una senda marcada para subir hasta la cima, aunque en ocasiones puede estar cerrada por nidificación de gaviotas o, como ha sido el caso durante varios meses, por reacondicionamiento de los accesos. De todas maneras, la subida es una experiencia muy intensa, ya que durante el recorrido hay varios miradores que permiten disfrutar de las vistas.
Calpe tiene muchos alicientes para disfrutar de una escapada de fin de semana combinando playa y naturalezaEl Centro de Interpretación del Peñón de Ifach está a mitad camino, aproximadamente. En él se puede encontrar todo lo necesario para conocer y comprender la fauna y flora del lugar. Pero Calpe es mucho más que el Peñón, que domina la población desde cualquier lugar donde nos situemos. Las Salinas son otro lugar natural que vale la pena visitar. Estas se sitúan en la zona de playa, a escasos metros de una de las más importantes de la población. El origen de estos humedales están en unas antiguas salinas, que han dejado el lago de agua dulce cerca del mar.
En este lugar hay un gran variedad de aves, desde gaviotas hasta flamencos, junto con los inevitables patos, que reúnen a muchos aficionados a la observación de las aves. Otra opción es tomar el sendero ecológico entre Calpe y Moraira. Este sendero comienza en la playa “Calalga” de Calpe y lleva hasta el casco urbano de Moraria. Junto al mar también se encuentran Los Baños de la Reina, unas ruinas romanas que tanto podrían ser piscinas de agua salada, conectadas con el Mediterráneo, como antiguas piscifactorías donde criaban peces para alimentarse.
La visita al casco histórico es otro de los alicientes de la visita a Calpe, donde hay restos medievales y edificios que guardan parte de la historia de la población. Una buena opción para alternar con los paseos por la playa, los baños de sol y la posibilidad de sumergirse en el siempre agradable Mediterráno.
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