Castillo de Almansa, uno de los mejor conservados de Castilla la Mancha

Las callejuelas de la ciudad de Almansa discurren sinuosas a los pies del Cerro del Águila, bajo la sombra protectora de una imponente fortificación, el Castillo de Almansa. Sus orígenes almohades pueden vislumbrarse en pequeños detalles de esta emblemática construcción. Hasta el año 1310 perteneció a los Templarios para luego formar parte de la Corona.

A partir del siglo XVI empezó a caer en el olvido dando paso al deterioro llegando incluso a solicitarse permiso para su demolición en el año 1919. Por suerte para la historia esto no ocurrió y por el contrario se le otorgó el título de Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 1921. Gracias a esto se llevaron a cabo varias acciones de restauración para mantenerlo en su casi perfecto estado actual.

Gracias a estos trabajos pudieron reconstruirse los torreones y las murallas ya desaparecidas y además se consiguió descubrir una escalera de caracol tallada en la roca y de estilo gótico. El castillo puede visitarse todos los días excepto los martes, por unos tres euros. Para hacer más cómoda la visita, se incorporaron baños y cafeterías en el exterior del castillo.

Durante la Guerra de Sucesión en este lugar aconteció una de las batallas más conocidas, la batalla de Almansa. Si quieres conocer la ciudad y darle un toque más especial a tu visita al castillo, puedes preparar tu viaje para finales de Abril cuando se hace una recreación de dicha batalla.

Vía | Castillos de Castilla la Mancha
Foto | Flickr-Patry_d

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