Descubre las plazas porticadas de Barcelona
Barcelona tiene muchos alicientes para descubrir y entre ellos hay cuatro plazas porticadas que estan algo escondidas y que ofrecen tranquilidad al visitante.
Hay muchas maneras de conocer bien una ciudad y a sus habitantes. Por eso no es nada raro que una de las opciones que más se eligen es recorrer sus calles con una bicicleta. Las grandes ciudades tienen carriles bici que permiten circular con seguridad y cada día hay más kilómetros disponibles para hacerlo. Vamos a descubrirte varias rutas en bicicleta para descubrir la ciudad de Barcelona y moverte con libertad para tener las mejores experiencias a lomos de la bici.
Esta ruta urbana en bicicleta recorre parte de la ciudad, sin olvidarse de los puntos más importantes. Con una bicicleta se puede salir desde la Plaza Cataluña, donde arranca esta ruta. Desde la céntrica plaza se puede bajar por la Rambla hasta llegar al Barri Gòtic. En este se puede circular hasta pasar por delante de la Catedral de Barcelona y llegar hasta el Born.
El Parc de la Ciutadella está muy cerca y desde este hasta el Arco de Triunfo a través de la Avenida Lluis Companys. Desde este se puede continuar por la Gran Vía y siguiendo por la calle Marina se llega hasta la Sagrada Familia. En la calle Provença comienza un carril bici que llega hasta el Paseo de Gracia, donde se levantan la Casa Batlló y otros edificios diseñados por Gaudí. Un final en el que se puede admirar los muchos edificios modernistas que se levantan en esta zona de la ciudad.
Esta ruta es para ciclistas algo más avezados que los que están acostumbrados a moverse por ciudad. Es una ruta algo exigente, pero que puede resultar ser algo más ligera si se utiliza una bicicleta eléctrica. Hay varias empresas en Barcelona que las alquilan, así que puede ser una buena idea hacerse con una de ellas.
La ruta comienza desde la Plaza de España, desde donde se puede llegar hasta Montjuic por varios sitios. La cuesta más ligera es la que recorre la Avenida de l’Estadi. Una de las subidas más utilizadas es la que va por la calle Lleida y el Paseo Santa Madrona. Parte de su encanto es su dificultad, ya que además de una considerable cuesta hay muchas curvas. Esto hace que sea muy exigente y que no sea apta para todos.
Lo más impactante de esta ruta es la magnífica vista que se puede ver desde la parte más alta del recorrido. A los pies se abre el puerto y el Mediterráneo. Para bajar hasta esa zona, se utiliza la carretera de Montjuic, que lleva hasta el Paseo de Miramar y desde allí se alcanza la Plaza de Colón.
Estas son solo dos de las muchas rutas en bicicleta que permiten descubrir Barcelona. Una es una ruta urbana, sencilla y práctica, mientras que la otra lleva al viajero hasta uno de los puntos privilegiados de la ciudad, desde el que tener una gran vista de la misma.
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