El Albaycín de Granada, el corazón almorávide de la ciudad

El Albaycín de Granada, el corazón almorávide de la ciudad

Escrito por: Victor Alós    12 mayo 2016    2 minutos

Una de las ciudades que despierta más emociones en los visitantes es Granada, una auténtica joya arquitectónica que esconde en sus calles miles de rincones que son dignos de visitar. Uno de sus encantos es el Albaycín, el barrio que dio origen a la ciudad y que desde el año 1994 es Patrimonio de la Humanidad. Las calles de este barrio, considerado uno de los más antiguos de Europa, son estrechas, con un sabor plenamente granadino.

Los cármenes, las tradicionales casas con jardín o huerto, y la mayoría, con fuente, están presentes a lo largo y ancho del barrio, aportando ese aire que solo se puede encontrar en un lugar como este. Recorrer el Albaycín no es fácil, ya que sus calles se entrelazan unas con otras, creando un curioso laberinto que suele confundir al visitante. Aunque es normal perderse por él, ese es precisamente uno de los grandes encantos del lugar.

Pequeñas plazas, terrazas con encanto, un recorrido lleno de historia y unas vistas magníficas que permiten a los visitantes que disfruten de una imagen espectacular de la ciudad. La entrada al Albaycín se suele hacer por la Puerta de Elvira, que conecta con la calle del mismo nombre. Esta conduce hasta la Plaza Nueva, un luger ideal para parar un poco y disfrutar de las vistas que ofrece la Alhambra desde ellas.

A partir de ahí, comienza la ascensión por la Carrera del Darro, que discurre junto al río y sobre el que se levanta la Alhambra. En esta calle se encuentran varios edificios que merece la pena visitar y detenerse un poco en ellos.

Las calles continúan ascendiendo, hasta llegar al Mirador de San Nicolás, donde se obtienen unas vistas realmente espectaculares de la ciudad, con su principal monumento al fondo. En este lugar se dan cita muchos visitantes, por lo que suele ser complicado coger un buen lugar para inmortalizar el momento. Aún así, hay que tener paciencia, dejarse llevar por el revuelo que se monta en la plaza donde se ubica el Mirador y esperar un hueco para asomarse y dejarse asombrar por lo que se ve desde allí.

Foto | Mark Besser Jirkal – Flickr
Vía | Turismo Andalucía

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