El Día de las Paellas de Benicàssim, un referente turístico en el invierno castellonense

El Día de las Paellas de Benicàssim, un referente turístico en el invierno castellonense

Escrito por: Victor Alós    16 enero 2018    2 minutos

La población costera de Castellón, famosa por sus festivales de verano, se convierte en la capital de la paella valenciana durante las fiestas de enero

Que la paella es uno de los platos típicos de la gastronomía española es algo que ya sabemos. Y que, lejos de las barbaridades culinarias que se suelen hacer con los ingredientes más variopintos y extravagantes, en la zona de la Comunidad Valenciana se tiene una reverencia muy especial a este plato. En muchas poblaciones y ciudades uno de los principales actos en las fiestas populares es la elaboración en la calle de paellas por parte de los vecinos y las peñas de cada población.

En la provincia de Castellón uno de esos eventos que ha llegado a ser referente para el turismo invernal es el Día de las Paellas de Benicàssim. La población costera castellonense consigue que pese a no ser temporada turísticamente alta, sean miles las personas que se acerquen hasta sus calles para vivir un día intenso y con mucha actividad cultural, gastronómica y turística. Alrededor de 2.000 paellas se cocinan en las calles de la población, llenando la ciudad de un olor que invita a disfrutar de un plato de esta receta tradicional que, en un día como este, acepta tantas variaciones como cocineros se enfrentan al reto de elaborarla.

Cada año, esta celebración gastronómica reúne a unas 20.000 personas de toda la provincia, que se acercan hasta Benicàssim para disfrutar de una fiesta que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial. Para la elaboración de las paellas el ayuntamiento habilita zonas de entrega de leña y hierros para aguantar la paella que cocinan los vecinos y visitantes. De ser una fiesta en la que solo participaban los vecinos de Benicàssim ha pasado a ser una celebración que congrea a miles de visitantes cada año.

La fiesta comienza con un almuerzo popular, que inicia la celebración y que reúne a los benicenses y visitantes en torno a la mesa, para comenzar a ir elaborando la paella. Tras la elaboración, también hay disponibles mesas y sillas para la degustación. Por la tarde, se suceden conciertos y actuaciones en los locales de la población, lo que ayuda a mantener el ambiente hasta bien entrada la madrugada.

Aunque las fiestas de enero, en honor de San Antonio y Santa Águeda se prolongan hasta el día 21 de enero, el Día de las Paellas es el más popular, el que más gente congrega y que sirve de preparativo para los próximos eventos que trae la primavera y el verano, como los grandes festivales que atraen a decenas de miles de visitantes hasta la costa castellonense.

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