El Paseo del Arenal de Bilbao

El casco antiguo de Bilbao es uno de los lugares más visitados de la ciudad y para acceder a él se debe pasar por otro de los emblemas de la capital donostiarra. El Paseo del Arenal se construyó para dar consistencia a una zona de la ría en la que se ganó terreno al agua y se plantaron varios centenares de árboles para darle una presencia más agradable y servir para el solaz de los bilbaínos.

Hoy la mayoría de los árboles han desaparecido, pero eso no ha impedido que continúe siendo uno de los lugares imprescindibles para conocer en Bilbao. Entrando desde el Ayuntamiento, que encabeza el Paseo, se pueden ver tres paseos que se reparten por tres rutas diferentes. El de la izquierda recibe el nombre de Paseo de los Curas, el central es el Paseo de Los Señoritos y por último, el de la derecha recibe el nombre de Paseo de la Alpargata.

El paseo por cualquiera de los tres recorridos nos permite ver un espacio verde en la misma ciudad, bordeando una de las orillas de la ría. A lo largo del Paseo hay varios estanques, fuentes y lugares con bancos para detenerse y dejarse llevar por ese espacio dedicado a la tranquilidad en medio de la ruidosa ciudad.

Uno de los elementos más destacados del paseo es el quiosco del Arenal, además del Puente del Arenal, que permite cruzar la ría y dirigirse a la otra orilla. Junto al Paseo del Arenal no faltan los grandes edificios que muestran la historia de la ciudad, como la Iglesia de San Nicolás de Bari o el Teatro Arriaga.

Su especial ubicación, la riqueza cultural de los distintos elementos que se pueden ver en el recorrido y su integración con algunos de los edificios más importantes de Bilbao hacen de este Paseo un rincón que hay que conocer durante la visita a Bilbao.

Vía | Wikipedia

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