Estilo gótico en un imponente monumento, la Catedral de Burgos
La Catedral de Burgos o también conocida como la Catedral de Santa María de Burgos, se alza majestuosa como un gigante que se cierne sobre la ciudad. En ella podremos contemplar el estilo gótico en todo su esplendor. La arquitectura gótica fue empleada sobre todo en construcciones religiosas a partir de finales del siglo XII y hasta finales del siglo XVI. Este estilo optó por dar mayor iluminación al interior de los edificios y aplicarles más ligereza estructural.
Lo más característico del estilo arquitectónico gótico son los arcos apuntados y la bóveda de crucería lo que ayudaba a conseguir una mayor distribución del peso y así poder conseguir edificios más altos, quizás para dar la sensación de estar más cerca del cielo.
La Catedral de Burgos tiene la consideración de Patrimonio de la Humanidad desde el año 1984. Las primeras piedras que iniciaron este espectacular edificio fueron colocadas en el año 1221. Desde entonces varias han sido las ampliaciones, reformas y restauraciones, las últimas ya en el siglo XX.
La fachada principal es del más puro estilo gótico francés. Desde el exterior podremos contemplar las portadas más destacadas: Sarmental, Coronería, y Pellejería. Si desde fuera ya nos deja impresionados, lo que alberga en su interior tampoco nos decepcionará. Se conservan obras de artistas extraordinarios plasmadas en diferentes lugares, vidrieros, escultores, arquitectos, pintores o rejeros, todos forman parte del gran monumento religioso. En cada rincón o Capilla encontraremos detalles que captarán nuestra atención tanto seamos creyentes o no.
Vía | Wikipedia
Foto | Flickr-FreeCat
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