Formentera, la pequeña de las Islas Baleares

Formentera es uno de los destinos de moda en el Mediterráneo español. La pequeña de las Islas Pitiusas es un pequeño vergel, un paraíso que mantiene el espíritu que han perdido otras islas de las Baleares, más masificadas y con una gran presencia de turismo internacional. En Formentera, la naturaleza sigue siendo uno de los puntos más importantes y se cuida con cariño para ofrecer las experiencias espectaculares que se pueden encontrar en ella.

La isla tiene una superficie de 83 kilómetros cuadrados y 70 kilómetros de costa. En ella no solo se pueden encontrar playas de doradas arenas, sino también una buena cantidad de pequeñas calas y rincones ocultos que hay que saber encontrar. Una zona para disfrutar del Mediterráneo sin masificación y con la presencia de bancos de arena blanca y la Posidonia Oceánica, que aporta al agua un color azul turquesa que hace destacar de forma especial esos lugares.

Naturaleza en estado puro en toda la isla

Formentera presenta un dato realmente impresionante. El 70% de la superficie natural de la isla está protegida, por lo que se mantiene íntegro, sin la intervención de la mano humana, que ha destruido otras zonas costeras. En la isla se puede disfrutar de una amplia oferta basada en la naturaleza, algo que no es posible en el resto del archipiélago.

La ausencia de montañas permite que el viento sople libremente y esto ha provocado que se convierta en un referente para los aficionados al windsurf y a la navegación a vela. En Formentera, el tiempo parece ir a otro ritmo, más pausado y permitiendo disfrutar con intensidad del mar y la naturaleza.

Porque en esta isla también se puede practicar el senderismo. Se han abierto 32 rutas verdes, que están conformadas por unos 100 kilómetros de recorrido señalizado. Este permite que se pueda acceder andando a todos los rincones de la isla, incluso los más pintorescos y atractivos, a los que solo se puede llegar practicando esta modalidad deportiva.

Deporte en el mar y también en tierra

Esta característica permite que en Formentera se puedan realizar entrenamientos para diversas pruebas, como maratones, e incluso participar en las muchas pruebas que se celebran en la isla durante todo el año. Además, existe la posibilidad de realizar largos y relajantes paseos a caballo, aprovechando también las rutas señalizadas.

En el mar, no solo existe la posibilidad de practicar deportes de vela, sino que el uso del kayak es también muy importante. Gracias a esta modalidad se pueden visitar las incontables cuevas que se abren en la roca calcárea y que solo se pueden admirar desde el mar. Si no se tiene experiencia, los centros naúticos ofrecen cursos para poder realizar cualquiera de las seis rutas de kayak que tienen varios puntos de interés paisajístico.

Y si hablamos de deportes acuáticos, no puedo dejar de nombrar al submarinismo. En Formentera se ubica una de las mayores superficies de Posidionia Oceánica. Casi 700 kilómetros cuadrados que equivalen a un único organismo que mide 8 kilómetros de longitud y que cuenta una edad de 10.000 años.

Esta provoca que el agua sea muy clara y permita una visibilidad de 50 metros, haciendo que las formaciones rocosas y las cuevas sean muy visibles y se puedan admirar perfectamente. La fauna marina que acompaña al buceador está compuesta por pulpos, barracudas, lenguados, meros, sargos, salmonetes, morenas, congrios, gallos, sepias, doradas, estrellas de mar y esponjas y, aunque más difíciles de avistar, también de tortugas marinas y delfines.

Playas cuidadas y calas naturales

La presencia de la Posidonia favorece la limpieza y pureza del agua en las muchas playas y calas de Formentera. La playa de Illetes está considerada por los usuarios de TripAdvisor como una de las mejores de España y de Europa (y, dicen, también del mundo). Está bastante concurrida, pero solo caminando un poco se encuentran tramos casi desiertos y pequeñas playas y calas donde la masificación es algo que no se conoce.

El Parque Natural de Ses Salines d’Eivissa i Formentera tiene varias playas, en las que solo se pueden ver algunos pequeños chiringuitos de playa, sin grandes edificaciones ni núcleos humanos que estropeen el ambiente relajado y natural que no puede faltar en un lugar como este. Cada playa de Formentera ofrece distintos niveles de tranquilidad, ideal para cargar pilas y sentirse, casi, fuera del tiempo.

Mayo y octubre, los meses ideales para conocer Formentera

Aunque el verano suele ser el momento elegido para viajar y coger las vacaciones, Formentera ofrece durante los meses de mayo y octubre una gran cantidad de actos culturales y deportivos. Entre los primeros destaca el certamen de fotografía Formentera Fotográfica, el evento tecnológico Formentera 2.0, orientado a la cultura digital y el Formentera Jazz Festival.

La espectacularidad del cielo de la isla, uno de los más claros de Europa, permite que se celebre el certamen de fotografía nocturna Formentera Astronómica y una gran variedad de jornadas gastronómicas que reúnen lo mejor de la isla.

Hoteles, restaurantes y movilidad sostenible

La oferta hotelera y de restauración permite encontrar una gran variedad y un buen servicio para disfrutar de esos merecidos días de asueto y tranquilidad. La gastronomía de Baleares es rica y permite que la mesa sea tan agradable como el resto de la oferta de la isla.

En cuanto a moverse por ella, se está trabajando para convertir Formentera en un lugar donde se puede viajar de un punto a otro en bicicleta y se está favoreciendo el uso de vehículos eléctricos. A las ayudas para comprar este tipo de coches, se une la instalación de 14 puntos de recarga de baterías, con capacidad para 28 coches. La limpieza y la reducción de ruido que se logra con estas medidas ayuda también a conocer Formentera sin sobresaltos y con mucha tranquilidad.

¿Ya has pensado cuál será tu destino este año? Pues te enseñamos esta galería de imágenes, para que vayas haciéndote una idea…

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