Ibiza, la ciudad blanca también nos dice hola en primavera

Todos hemos escuchado lo maravilloso que es viajar hasta Ibiza en verano, para disfrutar de las grandes discotecas que ponen la nota festiva en esta isla paradisiaca, en la que la vida bohemia parece ser la oferta más atractiva. Pero esta isla es mucho más que discotecas y noches de interminables fiestas. Está repleta de rincones muy tranquilos y agradables que se pueden disfrutar también en primavera.

Lejos de las aglomeraciones del verano, Ibiza en primavera presenta un paisaje tranquilo y agradable. Tanto la capital de la isla como el resto de la costa y el interior permiten disfrutar de un paisaje verde y frondoso en sus montes y de las calles encaladas de la costa. La muchas calas y playas de la isla están casi desiertas y se pueden visitar sin la presencia de miles de turistas.

Un buen paseo por la isla ha de comenzar siempre por la propia Ibiza, recorriendo sus calles blancas. Las murallas que enmarcan la ciudad fueron levantadas para proteger a los habitantes de la ciudad de los ataques de los piratas en el siglo XVI y fueron declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A estas murallas se accede por varias puertas, como el Portal de Ses Taules.

Por este acceso se accede a las calles protegidas por las murallas y podemos continuar la visita hasta lo alto de la colina donde se levanta esta bonita población. Subiendo se pueden encontrar muchos edificios de esa época, como baluartes defensivos, monasterios, palacios señoriales y esa característica arquitectura mediterránea que se ha convertido en la principal imagen de la isla.

Uno de los lugares donde detenerse está ubicado junto a la Catedral y la Casa de la Curia, en la parte más alta de la ciudad. Se trata del mirador de Jaime I, desde el que se pueden ver unas impresionantes vistas de «la Vila» que es el nombre que le dan los ibicencos. Para bajar, se puede elegir el Portal Nou, que desemboca en el barrio de la Marina. En este recorrido se pueden conocer el Paseo de Vara del Rey o la Plaza del Parque, donde se concentra un buen número de tiendas, bares y restaurantes.

En primavera florece la vegetación que se puede encontrar en estos lugares y es ideal pasear por la zona, dejando que los sentidos se vean invadidos por la conjunción de los aromas de esta y el mar.

Foto | Juan Pacheco Tirado – Flickr
Vía | Turismo Ibiza

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