La iglesia de San Pedro de Becerril de Campos, un rincón lleno de estrellas en Palencia

Becerril de Campos es una pequeña población de Castilla León y hay quien dice que es el pueblo más bonito de España. Así, sin tener que pelearse con otros por ese título. Lo que sí es cierto es que cuenta con uno de los rincones más interesantes de Castilla León, y eso es decir mucho sobre una tierra que tiene muchas cosas que mostrar. Se trata de la iglesia de San Pedro, un antiguo templo, como otros que se alzaron en ese pueblo, pero que hoy tiene otro uso muy distinto al religioso.

En los años 40 del pasado siglo dejó de ser un templo con culto y poco a poco, fue cayendo presa del paso del tiempo y perdiendo su prestancia y de paso, alguna de sus paredes. En el año 2011 era un edificio en ruinas, hasta que al ayuntamiento se le ocurrió convocar un concurso de ideas para dotar a ese venerable edificio de un uso más activo. Y finalmente, se consiguió dotarlo de una personalidad propia y remarcada.

Además de ser un receptáculo para actividades culturales, la antigua iglesia se ha convertido en un museo vivo, que tiene como protagonistas al Sol y las estrellas. La idea principal fue trazar en el suelo una Meridiana, un instrumento que se utilizaba en el Renacimiento para medir con precisión el paso del tiempo. Una raya en el suelo marcaba la posición del Sol y permitía tener un control exacto de ese paso del tiempo que hasta hace muy poco no se ha dominado del todo.

Además, un péndulo de Focault marca el giro del eje de la Tierra, dejando claro que la ciencia ha tomado esta antigua iglesia que mantiene en parte los distintos estilos arquitectónicos que han formado parte de su historia. En el techo, tal y como se podía ver antes de la restauración, hay una representación de un cielo estrellado de verano, representando la bóveda celeste que hay sobre la iglesia de San Pedro de Becerril de Campos.

El Sol proyecta su luz sobre la Meridiana gracias a un pequeño agujero que le permite pasar. En el suelo se pueden ver las manchas solares e incluso el paso de los planetas por delante, dejando en el suelo una representación fidedigna de nuestra estrella que no podría verse de otra manera.

La iglesia, además, mantiene los muros originales, mientras que los nuevos añadidos han sido colocados con materiales y diseños modernos, para que presenten la diferencia entre el edificio original y las partes restauradas. Y de paso, se ha convertido en uno de esos lugares que hay visitar, al menos, una vez en la vida.

Imágenes | José María Andrés – Flickr CC

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